Una existencia en un clic

Por Marcelo Contreras

LA SINGULAR VIDA DE IBELIN. NETFLIX.

Mats Steen nació en Noruega como un bebé risueño, pero pronto sus padres notaron que algo andaba mal. Le costaba aprender a caminar y se caía con facilidad. El diagnóstico médico dictaminó distrofia muscular de Duchenne. El avance fue voraz, su cuerpo se deformó irremediablemente. Reducido a una silla de ruedas con la imposibilidad de sobrellevar una vida común, Mats se insertó en un mundo virtual mediante videojuegos. Fanático de World of Warcraft, uno de los más populares de la historia, se convirtió en Ibelin, un investigador privado. Allí podía correr, vagabundear y socializar como jamás podría hacerlo en la realidad.

A los veinticinco años, el 18 de noviembre de 2014, murió Mats Steen. No hay spoiler, este documental lo revela de inmediato en su primera secuencia, como también lanza una pista: el joven había dejado la clave de su correo para que sus padres tomaran conocimiento de una parte absolutamente desconocida de su existencia, un mundo donde Mats había vivido de una manera virtual y real a la vez, con interacciones que provocaron profundas huellas en otros, a kilómetros de distancia.

Ibelin no era un personaje promedio en la comunidad donde participaba, sino un protagonista de luces y sombras con una personalidad carismática, a la búsqueda de las emociones y experiencias que la realidad no podía entregarle. Su cuerpo estaba encarcelado, pero la virtualidad le permitió vivir y experimentar emociones creando lazos, cultivando amistades y también romances.

El documental, que en 2024 obtuvo galardones en el festival de Sundance y un premio Peabody, elude cualquier tentación de convertir la historia de Mats en una trama lacrimógena, como se vale de la tecnología para recrear lo más fidedignamente posible la vida virtual de Ibelin. La actitud de disfrutar la existencia a pesar de la proximidad de la muerte y el padecimiento físico, dejando una marca perdurable en el entorno, es un ejemplo emotivo e inspirador.

La singular vida de Ibelin plantea interrogantes y discusiones propias de esta era hiperconectada. El uso de las herramientas digitales, satanizadas por el tiempo que capturan nuestra atención y redefinen las relaciones interpersonales, ofrece una arista en esta historia. Acá la virtualidad no aísla, sino que conecta profundamente creando lazos humanos genuinos, a pesar del escenario ficticio.