Durante más de una década, Mauricio Orfali y sus socios han cultivado un estilo de hacer gastronomía que combina innovación, cercanía y una mirada estratégica del negocio. Hoy, después de once años de trabajo intenso, siente que llegó el momento de dar un paso más: abrir las puertas de sus marcas más queridas al mundo de las franquicias.
Lo que comenzó con una cerveza artesanal —Mungku—, creada como tesis universitaria, se transformó con los años en un sólido grupo gastronómico con diez marcas y más de treinta locales distribuidos a lo largo de Chile. “Ha sido un camino largo, pero con propósito”, confiesa Mauricio Orfali. “Nunca nos apuramos en crecer por crecer. Cada local, cada marca, nació con identidad propia. Y hoy, recién sentimos que estamos listos para franquiciar”.
El grupo, que partió oficialmente en 2015 con la apertura del primer Roof Burger en Reñaca, ha sabido construir un estilo que combina producto, diseño y experiencia. La misma fórmula que más tarde daría vida a El Café Rosa, una cafetería que rompió los moldes con su estética soñadora, su propuesta sensorial y su potente conexión emocional con el público.
Actualmente, el foco está puesto en la expansión de estas dos marcas icónicas. “El interés por nuestras franquicias ha sido impresionante. Nos contacta gente de todo Chile, y eso nos motiva aún más”, comenta Orfali. “Queremos que quienes se sumen al proyecto no solo abran un negocio, sino que se conviertan en parte de una experiencia viva, con alma, con sentido. No vendemos productos, construimos momentos que la gente quiere repetir y compartir”.
Con esa experiencia bajo el brazo, Roof Burger nació con una premisa clara: romper el molde. Hamburguesas gourmet, papas cortadas a mano, pan fresco y una estética cuidada que redefine la experiencia de comer rápido, pero con calidad. La propuesta de Roof Burger combina una cocina honesta y sabrosa con un enfoque muy claro en la calidad de los ingredientes. “Nuestras hamburguesas se elaboran con carne 100% Angus, pan fresco del día, papas rústicas, salsas caseras y un menú variado que busca sorprender sin perder la esencia clásica. Además, cada local está diseñado para ofrecer una experiencia urbana, relajada y visualmente atractiva”.
Años después, El Café Rosa vendría a complementar esa visión, con un espacio visualmente encantador, con detalles florales, sabores dulces y una atmósfera pensada para compartir, desconectarse y disfrutar. “En El Café Rosa no solo ofrecemos cafés de especialidad, pastelería artesanal y opciones brunch que encantan, sino que también ponemos atención en cada detalle. Desde la loza, la decoración floral y rosada, hasta la presentación de cada plato. El resultado ha sido una conexión emocional muy fuerte con el público”.
“Lo que más nos enorgullece es que partimos en regiones, específicamente en la Región de Valparaíso, y eso sigue marcando nuestra forma de hacer empresa. Creemos firmemente en el potencial de las ciudades intermedias y más pequeñas, lugares donde muchas veces nadie piensa en invertir gastronómicamente antes que en las grandes comunas de Santiago. Para nosotros, abrir en estas ciudades es una oportunidad y también
un desafío que nos motiva. Llevar propuestas innovadoras a públicos que muchas veces están esperando algo diferente y de calidad. Nos mueve la idea de descentralizar el rubro gastronómico y demostrar que es posible hacer cosas grandes fuera de los centros urbanos tradicionales. Aún quedan muchísimas ciudades interesantes para abrir sucursales de nuestras marcas, pero estamos esperando a los franquiciados ideales para asumir ese rol”.
Mauricio Orfali menciona otras de sus marcas destacadas, “El Bosque de las Hadas es un restaurante que parece sacado de un cuento de fantasía. La ambientación es mágica con luces cálidas, árboles iluminados, estructuras de madera, hojas colgantes y detalles que remiten a un mundo encantado. Otro concepto que causó mucho impacto fue el Hospital Bar, un lugar que rompe todos los esquemas. Desde que entras, te sientes dentro de un hospital ficticio: los meseros visten como doctores y enfermeras, los tragos se sirven en jeringas, goteros o frascos de laboratorio, y todo el ambiente —desde las camillas hasta la señalética— está cuidadosamente diseñado para seguir la narrativa del hospital.
También creamos La Penitenciaría, donde el diseño del local simula una cárcel de alta seguridad. Los comensales pueden sentarse en celdas decoradas, y hasta los baños siguen la misma línea temática. Todos estos locales han sido diseñados con mucha atención al detalle. Nos encanta ver cómo nuestros clientes se sorprenden, cómo disfrutan en grupo y cómo se llevan una experiencia memorable”.
Franquiciar, para Orfali, no es solo un paso comercial, sino la consolidación de una filosofía. “Buscamos socios que comprendan lo que hay detrás de cada marca. La pasión, el cuidado, el diseño, la experiencia. Es un desafío, pero también una gran oportunidad de seguir creciendo con coherencia y cariño”.
“Para nosotros es clave concentrar todos nuestros recursos, energía y talento en consolidar estas marcas a nivel nacional y lo estamos haciendo con Franquicias Chile www.franquicia.cl”. Así, Roof Burger y El Café Rosa se preparan para expandirse más allá de sus fronteras naturales, con la misma energía que los vio nacer: la de crear lugares donde cada detalle cuenta, donde la innovación y el alma se sirven en la misma mesa.
ROOF BURGER Y EL CAFÉ ROSA
Franquicias Chile www.franquicia.cl
+569 3900 8492





















