Los manglares son ecosistemas de bosques y humedales formados por árboles y arbustos que crecen en agua salobre y salina a lo largo de las costas tropicales y subtropicales, anclando sus raíces bajo el agua y constituyendo un refugio natural para muchísimas especies. Estos “bosques del mar” previenen la erosión del suelo y mantienen y regulan la temperatura global. Mangrove Action Project es una organización que procura resguardarlos, y para dejar testimonio gráfico de las relaciones entre los manglares, las comunidades costeras, su vulnerabilidad e importancia, organiza, desde hace una década, los premios Mangrove Photography Awards, que este año han premiado a Supratim Bhattacharjee.
Bhattacharjee nació en Baruipur, al sur de Calcuta, India (1983). Después de trabajar en productoras cinematográficas de Mumbai como profesional de producción, decide dedicarse de forma exclusiva a la creación de reportajes fotográficos, en los que grafica las crisis ambientales y humanitarias vinculadas al cambio climático, consolidándose como un acucioso narrador visual. Su primer proyecto a largo plazo “Sinking Sundarbans”, desde el año 2009 a la fecha, ha sido ampliamente valorado como una herramienta visual decidora en temas ambientales. En este revela las amenazas explícitas que se ciernen sobre la región costera de Sundarbans, donde se encuentran los manglares más grandes del mundo,; y que actualmente está siendo devastada por el cambio climático y la intervención antrópica. Este trabajo ambiental y humanitario fue nominado como la fotografía del año en UNICEF en 2021.
Sus obras se han publicado en Time, The Guardian, ONU, Le Figaro, entre otras; se ha exhibido en la Cumbre de Adaptación Climática y el Centro Global de Adaptación, en Países Bajos, y ha sido premiado por la Royal Photographic Society del Reino Unido. Este año 2024, Mangrove Photography Awards lo ha nombrado como ganador general por su fotografía El hundimiento de Sundarban, que retrata a Pallavi, una niña de once años que fue afectada por un ciclón tropical que desbordó el delta del Ganges en su aldea y que Bhattacharjee encontró deambulando entre las ruinas un día después del desastre. Su retrato, con un horizonte en declive, inestable como su realidad y la verticalidad de su figura, reafirmando su sólida mirada y tranquilo estar, casi estoica frente al desastre, dan buena cuenta del trabajo de este fotógrafo, que a través de su honesta narrativa revela la violenta realidad en el sur de Asia, procurando resguardar la dignidad de las personas.