“Todas las fotografías atestiguan la despiadada disolución del tiempo”. Susan Sontag
Luego de una empinada caminata desde el plan, llegamos al lugar donde se convoca a los asistentes. En los jardines del Parque Cultural de Valparaíso, fotógrafos, gestores, críticos y curiosos escuchan atentamente las palabras del connotado fotógrafo porteño, Rodrigo Gómez Rovira, gestor del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (FIFV). Minutos después, subimos en manada a la sala de exposiciones donde, como parte de la inauguración, se exhibe la fotografía de alumnos de diversos liceos públicos, las que conviven con obras de fotógrafos consagrados, como Manuel Castillo, Julia Toro y Mauricio Valenzuela. Los formatos son, al igual que la temática, un caleidoscopio de formas agrupadas en un lugar y espacio específico, sin notar coherencia, aunque todo se relaciona. En esta novena versión del FIFV, se invita a cuestionar y reflexionar sobre el rol que tiene el tiempo en la fotografía a través de la pregunta: ¿El tiempo es una ilusión?
Esa es la reflexión que une y separa el tiempo fotográfico. El instante preciso captado de una manera objetiva. El robar el alma de la persona retratada, el poder captar aquel detalle bello, grotesco o merecedor de la condición inmortal. La fotografía como objeto de memoria, la forma de recordar a través de lo visual. Yo estuve allí, yo fui fotografiada, yo fotografié (recuerdo mis años de estudiante obsesionada con la fotografía análoga y los rincones porteños). Detener el mundo en uno, dos, tres segundos. Captar lo impreciso, lo imperecedero, la realidad (pero al igual que la retórica pregunta que enmarca este festival, abrimos el lente a la dialéctica tiempo /realidad). Tú, lector, ¿eres real?, ¿es tu tiempo real?, ¿eres capaz de detener el tiempo? Quítate el reloj de la mano, fotografía algo, recuerda a través de esa foto, ¿ese pasado es real? ¿O es un momento actual recordado?
Les invito a conocer el programa del festival (https://fifv.cl/2018/programa/), en donde encontrarán talleres de fotos con celular, lanzamientos de libros, exhibición de multimedia, workshops, sesiones de retratos al público que transita por la Plaza Cívica, diálogos fotográficos, entre otras actividades que fomentan esta ilusión de detener el tiempo y pensar en la ilusión de la fotografía.