Ansaldo S.A: Legado juguetero

Cuatro generaciones y ciento diecisiete años son parte de la historia Ansaldo; empresa familiar que nació en Valparaíso y que se hizo famosa a nivel nacional por su infinidad de productos y, sobre todo, por sus juguetes. Sin duda, una marca que a muchos nos rememora especiales momentos de nuestra infancia.

Por María Inés Manzo C. / Fotografía por Teresa Lamas G. y gentileza de Ansaldo.

Entre los años ochenta y noventa muchos niños prendían el televisor esperando ansiosos los comerciales de las increíbles pistas de carrera Tyco o de los autitos Matchbox que terminaban con la clásica voz en off: “Es otra de Ansaldo”. Un recuerdo que quedó en la memoria colectiva de más de una generación y que hasta el día de hoy hace eco.

Fundada originalmente en 1902, como Ansaldo Hermanos, la historia empresarial cuenta las aventuras de un joven inmigrante italiano —Juan Ansaldo Peragallo—, que con tan sólo catorce años se vino navegando en velero, durante dos meses, hacia Chile. “En ese tiempo no existía el canal de Panamá y cruzó el Cabo de Hornos. Al llegar a Valparaíso comenzó a trabajar para un comerciante italiano, a quien le administró sus negocios hasta que logró independizarse. Mi padre tuvo una vida de mucho sacrificio y disciplina, trabajando desde las seis de la mañana hasta las once de la noche. Por eso nos legó a todos ese sentido de responsabilidad y el desafío de defender el apellido Ansaldo a través de las generaciones. Es muy fácil que una empresa ficticia desaparezca, pero no así una familia”, cuenta Armando Ansaldo Vaccari, presidente honorario.

“Partí trabajando con mi papá el año sesenta y uno, al salir del colegio, junto a mis dos hermanos mayores. El Emporio Ansaldo vendía abarrotes en Calle Serrano y, en 1971, nos transformamos en uno de los primeros supermercados de Chile y Valparaíso. Luego, con el pasar de los años, nos trasladamos a la avenida Brasil donde estaban las oficinas y bodegas. Ahí estuvimos hasta 1999, tiempo en el que decidimos irnos a Placilla y donde nos encontramos hace veinte años”, agrega.

Junto a don Armando hoy trabajan en la empresa Luis Ansaldo Cafferata, gerente general; María Gabriela Ansaldo Moggia, gerente de finanzas, y Claudio Ansaldo Moggia, gerente de desarrollo & marketing  —parte de la segunda y tercera generación—, quienes nos contaron cómo Ansaldo S.A. se fue transformando en la famosa marca que hoy conocemos.

“Si bien comenzamos vendiendo abarrotes al detalle, entre 1978 y 1980 se incursionó paralelamente en la importación de juguetes y de productos comestibles como conservas, galletas, licores, chocolates, etc., incluso perfumes y vehículos. Crecimos vendiendo al por mayor y abasteciendo distintos almacenes a nivel nacional. La experiencia de importar la comenzamos con el té y en un momento logramos envasar y tener un tercio de la venta nacional de este producto con la marca As de Oro, traído desde Argentina”, cuentan.

¿Cuáles fueron las primeras importaciones de juguetes?
Un amigo de la familia era representante de los juguetes Matchbox y nos entregó ese derecho a nosotros. En ese tiempo se traían del Reino Unido y fue la marca que nos lanzó y nos dio el prestigio, tanto en la televisión como en revistas. También nos abrió las puertas en China en 1979, y ya en 1982 comenzamos a viajar anualmente a las ferias de ese país. Después traíamos juguetes de Inglaterra, Italia, España, Francia, incluso Japón, hasta que toda esa industria se fue encareciendo y desapareciendo.

¿Siguen trayendo desde China?
Sí, el mercado chino ha ido mejorando significativamente en calidad; al principio eran juguetes de lata o cuerda, muy precarios, pero hoy casi todo se fabrica allá. Trabajamos con Estados Unidos y Europa, que aunque no fabrican, tienen el know how, los diseños y la creación de marca.

“ES OTRA DE ANSALDO”

“El juguete es un producto que marca la infancia, porque es parte de las primeras experiencias de vida. Por eso, hasta el día de hoy, al escuchar nuestro apellido, la gente nos pregunta por los comerciales de Matchbox y tantas marcas de esa época. Quedó grabado en la mente de las personas. Llevamos más de cuarenta años importando y como especialistas en el rubro. No transamos la calidad y los clientes lo aprecian”, señala Luis Ansaldo, gerente general.

“Hemos vistos muchas empresas abrir y cerrar muy rápido, pero hemos tenido la fortaleza de mantenernos y reinventarnos, principalmente con la llegada de nuevas tecnologías. Sin duda, nuestros principales aliados son nuestros clientes y trabajadores —algunos con más de veinte años con nosotros—, y que son parte de esta gran familia”, agrega.

“Por otro lado, estamos muy contentos, pues ya tenemos un miembro de la cuarta generación, Sebastián Jerez, que entró hace dos años a trabajar en la empresa. Y hay varios más que podrían ingresar. Hay un interés por seguir con este legado y eso tiene que ver con la cultura familiar que nos inculcó nuestro fundador”.

Para los Ansaldo una de las razones principales de mantenerse en Valparaíso ha sido la calidad de vida, pero en el 2001 abrieron oficinas en Santiago por la demanda comercial. Fue en el 2008 cuando se creó la marca Play Box para las jugueterías.

Hoy poseen cinco tiendas en la Región de Valparaíso (Concón, Curauma, Viña del Mar, Reñaca y Valparaíso) y otras cinco en la Región Metropolitana (Las Condes, Chicureo, Maipú, La Florida y Ñuñoa). “Para competir con las multitiendas y las importaciones masivas decidimos crear cuatro canales de distribución que incluyen las jugueterías y la venta online. También vendemos al retail (supermercados y multitiendas) y hace más de veinte años atendemos a las empresas para Navidad. Hay un beneficio, muy arraigado en Chile, donde los hijos de los empleados reciben un regalo para esa fecha. Actualmente, en el rubro infantil, somos los únicos distribuidores multicanal con cobertura nacional”, cuenta Claudio Ansaldo, gerente de desarrollo & marketing.

¿Por qué apostaron por el nombre Play Box?
Creamos la marca el 2007 porque queríamos abrir jugueterías especializadas. En ese momento, Ansaldo no solamente tenía juguetes, sino que productos de menaje como loza, cristalería, adornos, electrodomésticos, etc. Pero hace varios años se eliminó y nos dimos cuenta de que la marca Ansaldo era más potente, que el público la buscaba y recordaba. Es por ello que a comienzos de octubre vamos a hacer un cambio muy significativo, pues volveremos a operar las jugueterías con el nombre familiar. Nos hace sentido trabajar bajo sólo una gran marca, para todos los canales, y en esa línea nuestra imagen será mucho más cercana al mundo infantil.

Hoy hay una tendencia que busca regresar a los clásicos…
Sí, además en los juguetes hay marcas que se mantienen vigentes por muchos años, como Disney, Mattel y Hasbro. Pero también con el boom de las redes sociales y nuevas plataformas como YouTube o Netflix hay tendencias estacionales, con periodos muy cortos, que obligan a una reinvención constante. Hoy los niños desarrollan otro tipo de habilidades, son mucho más tecnológicos, y muchos juguetes no pasan de hermano a hermano como ocurría antes.

BUILD A BEAR

“En la constante búsqueda de reinventar y seguir mejorando nuestro modelo de negocio, nos asociamos con la empresa estadounidense Build a Bear que cuenta con más de veinte años de experiencia y con un modelo de negocios focalizado en la experiencia. Los niños y sus familias son protagonistas y, a la vez, los creadores de sus propios peluches”, señala Claudio.

¿Cómo funciona?
Cuando uno entra a una de sus tiendas se encuentra con telas de peluche. Es el propio niño que lo rellena con unas máquinas que parecen de algodón de azúcar; le da su corazón, inserta sus deseos y vive una ceremonia en la que “le da vida”. Luego elige su ropa, accesorios y se le imprime un certificado de nacimiento. Al terminar el proceso se le entrega una casita de cartón para su nuevo amigo.

¿Son los primeros en Chile?
Sí, esta multinacional cuenta con más de quinientas tiendas en el mundo y en Latinoamérica sólo están en México. Lanzaremos nuestros dos primeros corners a fines de octubre, el primero en Valparaíso (Mall Paseo Ross) y el segundo en Santiago (Los Dominicos). A partir del próximo año iremos agregando estos espacios al lado de nuestras otras jugueterías. Para Chile esta es una experiencia totalmente novedosa.

Y en línea a la tendencia mundial, otra de las novedades de Ansaldo es la incorporación de bolsas reutilizables para la venta a empresas. “Anualmente entregamos entre cuatrocientos a quinientos mil juguetes. Antes los envolvíamos en plástico, pero nos dimos cuenta de que estábamos gastando, comparativamente, alrededor de quinientas mil botellas de plástico, una cifra dramática. Por eso, para evitar el consumo indiscriminado de plástico, cambiamos nuestro sistema y entregamos los regalos de Navidad en distintos tamaños de sacos reutilizables, donde incluso caben bicicletas y triciclos”.