The Big Picture

Por Maximiliano Mills – www.maxmills.com

El gran mérito que tiene The Big Picture es el de llevarnos sin temor hacia la descripción de los orígenes que tuvo el universo. Aunque plantea las interrogantes habituales como ¿Qué hubo antes del Big Bang? o ¿Existe algo más allá de los límites del universo? Su diferencia radica en confrontar a estas eminencias de la astronomía con preguntas que los dejan en silencio y pensando.

En un país donde por la extensión de su costa siempre pensamos que deberíamos ser los mejores navegantes, buzos o surfistas; donde también pensamos que por habitar la cordillera más joven del mundo deberíamos ser los mejores escaladores, andinistas o esquiadores… Y que desde ese punto de inflexión que resultó de la inauguración del telescopio en el cerro Tololo a fines de los sesenta, nos deberíamos también haber transformado en habitantes del Universo, siendo capaces de leer el mapa estelar con el que habitamos cada noche; pudiendo señalar fácilmente donde está la Cruz del Sur, las Pléyades o las Nubes de Magallanes. El descubrimiento de los cielos de Chile entre los más prístinos del planeta, nos convirtió en un destino indispensable para la instalación de todos los potentes telescopios que siguieron al de Cerro Tololo, hasta llegar hoy a los sesenta y seis radiotelescopios que componen A.L.M.A. en la planicie de Chajnantor, cercanos a San Pedro de Atacama.

Por esto resulta sorprendente y estimulante que un pianista como Diego Errázuriz se haya abocado a entregarnos de manera simple y directa la explicación de lo que tenemos siempre sobre nuestras cabezas, ya sea de día o de noche. Me considero un astrónomo aficionado y por eso el tema no me resultaba ajeno, pero si mi temor inicial con The Big Picture es que fuera una asociación de datos abrumadores que llevarían al espectador al aburrimiento, esto se disipa ya en los primeros minutos. Como Diego es también el narrador, esto convoca una cercanía inmediata con el espectador y crea una mano invisible, de la cual nos lleva al privilegio que resulta de poder conversar en forma distendida y muy cordial con los astrónomos más destacados ¡Incluyendo a dos premios Nobel, George F. Smoot y Saul Perlmutter! Este grupo, además, rompe con el mito de ser unos genios inalcanzables recluidos en sus torres de marfil. The Big Picture es un documental estrenado el día 6 de septiembre de 2018. Está dirigido y producido por el pianista chileno Diego Errázuriz. También es su coguionista junto a Ana María Lara y Alejandro Aldea y es coeditor con Josefina Valdivia. Y por supuesto, es el compositor de la banda sonora. Ya ha ganado premios como mejor documental en los festivales de Calcuta y Accolade.

La información que se puede explicar en casi cuarenta minutos sobre algo tan vasto e inalcanzable como el Universo podría parecer insuficiente para los astrónomos aficionados. Pero el gran mérito que tiene The Big Picture es el de llevarnos sin temor hacia la descripción de los orígenes que tuvo el universo. Aunque plantea las interrogantes habituales como ¿Qué hubo antes del Big Bang? o ¿Existe algo más allá de los límites del universo? Su diferencia radica en confrontar a estas eminencias de la astronomía con preguntas que los dejan en silencio y pensando. Sobresalen tres hechos: el que todo estudio del universo se realiza hacia atrás en el tiempo, porque la luminosidad que vemos ya ocurrió. Desde la luz del sol que fue emitida hace ocho minutos hasta una Supernova que explotó hace tres billones de años y recién estamos percibiendo su luz. Segundo, el hacernos muy conscientes de que, en tiempo cósmico, la existencia de la materia negra se descubrió ayer y que más de un setenta por ciento de lo que vemos en cualquier noche sin luna “sabemos que está ahí pero no sabemos lo que es”. Y el último factor, el que voy a recordar cuando esté pagando mis impuestos… ¡Es que el Universo está acelerando su velocidad de expansión!

Aunque no recomendaría a Diego Errázuriz-documentalista que cayera en la realización de un derivado para serie de televisión, sí creo que estaremos esperando que no pasen otros nueve años para que nos ponga al día sobre los nuevos descubrimientos que se están haciendo en esta época (y sobre todo los descubrimientos que se harán). En un mundo donde estamos con los ojos pegados en las pantallas de celulares, tabletas, computadoras, Kindles o televisores, es sorprendente que alguien haya decidido invertir su tiempo, recursos y creatividad en algo que hoy día prácticamente nadie realiza: el arte de la contemplación hacia el techo de los navegantes.