La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura está conformada por niños y jóvenes de entre once y veinticinco años, quienes habitan en la comunidad del Bañado Sur, en Paraguay. Sus instrumentos han sido creados con todo tipo de materiales recogidos del vertedero Cateura, donde está asentada su población. Funcionando como una economía circular, este proyecto armado con escasos recursos, mucha capacidad organizativa y disciplina, les ha otorgado a estos aspirantes a músicos la oportunidad de un futuro. A través de la perseverancia han logrado, en estos ocho años, visitar más de veinticinco países y telonear a grandes bandas como Metallica.
Favio Chávez, el director de la orquesta, inicia esta aventura como responsable de la educación ambiental en la zona de Cateura. Fue allí donde comienza a enseñar música a los niños de los alrededores. Los buenos sonidos obtenidos, lo incentivan a mejorar la calidad de los instrumentos, e inspirado en la agrupación Les Luthiers, procura que esta sea finalmente una parte fundamental del proyecto.
El gran salto lo dan gracias al documental del estadunidense Graham Townsley, quien dirige Landfill Harmonic, en el 2012. Chávez afirma que lo que ellos hacen artísticamente es modesto, que están conscientes de sus limitaciones y que, para ellos, esto sigue siendo un desafío. “En la mayoría de los casos, los chicos no suelen tener experiencia alguna en el cuidado de los instrumentos, así como tampoco poseen disciplina ni obediencia propia de un estudiante de una escuela de música formal. Por esto, para estos niños y jóvenes principiantes es fundamental el uso de instrumentos reciclados, para luego pasar a los tradicionales”, sostiene Chávez, y agrega: “para cambiar la vida de un chico le tienen que ocurrir cambios más profundos a su familia y a él mismo, porque la pobreza no es una condición; es una forma de ser. La pobreza es una actitud, y estos chicos están en camino a superarla”.
Para comprender mejor su éxito y aprender de su origen, recomiendo el documental Landfill Harmonic.