James Balog, prestigioso fotógrafo especializado en medio ambiente, ha recorrido el planeta filmando glaciares, inundaciones, volcanes e incendios, procurando evidenciar el conflicto vinculante entre las personas y la naturaleza, y el efecto que esto tiene a través de los años. En el 2007, encamina el proyecto Extreme Ice Survey para cuantificar el deshielo de los glaciares como manifestación real del cambio climático. Para esto instaló más de treinta cámaras en dieciséis glaciares, efectuando tomas ininterrumpidas de cinco minutos a una hora, y que luego fueron documentadas en Chasing Ice, ganadora de un Emmy (2014) y preseleccionada a un Oscar. Hoy, este estudio es el registro fotográfico de glaciares más amplio que existe, que ha ido creciendo en sus puntos de observación así como en la participación de científicos especializados.
A su haber lleva más de media docena de premios y más de veinticinco participaciones en diversos festivales de cine. Su última película es The Human Element —estrenada en el Festival de Cine de San Francisco abril 2018—, documental que retrata artísticamente los fenómenos meteorológicos extremos que están transformando la vida en la tierra y que expone a la humanidad como el elemento desequilibrante entre los elementos de este planeta azul: aire, fuego, agua y tierra.
Aunque ambas, arte y ciencia, puedan percibir de manera absolutamente distinta la realidad ha sido la ciencia, afirma Balog, la que le ha entregado a su arte las dimensiones sobre las cuales debía trabajar.
Balog ha participado en la COP15 y COP 21. Ha sido distinguido con innumerables reconocimientos, entre ellos, la Medalla de la Royal Photographic Society Hood, un Doctorado Honoris Causa en Ciencias de la Universidad de Alberta y la Cita Presidencial de la Unión Geofísica Americana para la Ciencia y la Sociedad. Ha publicado ocho libros; el último de ellos, ICE, da cuenta de los importantes avances conceptuales en la fotografía ambiental. Su trabajo se encuentra en docenas de colecciones de arte, públicas y privadas.