Juan Ignacio Severin: Contador de historias

fotógrafo y artista visual

Con un estilo dramático, donde predomina la técnica claroscuro, la fotografía de Nacho Severin ha sido comparada, incluso, con Rembrandt. Cada retrato y composición tiene estudio, dedicación y una manera muy especial de contar historias que lo ha llevado a exponer y trabajar con grandes artistas y famosos no sólo de Chile, sino que del extranjero. Desde el escultor Ignacio Gana, el músico Alain Johannes, al empresario y rostro de TV, Rick Harrison, esta es la historia de un viñamarino que hoy triunfa en Estados Unidos.

 Por María Inés Manzo C. / Fotografía gentileza entrevistado

“Mi relación con la fotografía parte desde que soy muy chico, a los cinco años. Mi papá Ignacio Severin Huidobro toda su vida fue fotógrafo, él decía que era amateur, pero realmente le apasionaba. Trabajó para la intendencia de Valparaíso y la municipalidad de Viña del Mar. Recuerdo que, en los años ochenta, en el Festival de Viña, tuvo la oportunidad de retratar a grandes artistas como Andy Gibb y Julio Iglesias. Me encantaba acompañarlo a revelar; en esos años la fotografía era analógica, era todo un arte. Eso siempre me quedó grabado… para mí la fotografía es una máquina del tiempo, capturar momentos y emociones”, recuerda Nacho Severin.

“Ya en mis veinte años me enteré de que mi tatarabuelo paterno, Manuel Domínguez Cerda, fue uno de los precursores de la industria fílmica chilena (con el cortometraje Santiago antiguo), de la técnica estenopeica y de la fotografía aficionada que se desarrolló en Chile partir de la década de 1890. Mi profesión es parte de mi ADN, de mi historia familiar”.

¿Cuándo decides dedicarte a la fotografía?
Siempre he sido muy artista para mis cosas, en el colegio me gustaba pinta, armar, componer… lo visual me atraía profundamente. Mi papá siempre me acercó al arte y la cultura, en tiempos en que no había internet y todo eso llegaba a mí a través de revistas y ediciones especiales de los diarios. Nos encantaba ver fotografías de las obras de Rembrandt, Velázquez, Caravaggio, artistas muy dramáticos en términos de luz. Si bien decidí estudiar dirección y produccion de televisión, donde disfruté mucho armando programas y trabajando con la estética, en toda mi historia la fotografía se dio paralelamente. Siempre me ha acompañado una cámara y soy fotógrafo profesional con la marca Nikon desde hace más de quince años.

COMPOSICIÓN PICTÓRICA

“Una de las críticas lindas de mi trabajo, lo que hace que me diferencie y resalte de otros colegas, es la composición pictórica, llevar la fotografía lo más cerca de los maestros de la pintura, a través de la teoría de la luz, la composición y la figura humana. Ese es mi sello y lo que logró meterme en el mercado artístico de Estados Unidos. Cuando retraté a Ignacio Gana me dijo que yo era el ‘Rembrandt de la fotografía… que un artista reconocido y premiado hable así de mí me llena de orgullo’”.

¿Cómo fue el proceso de profesionalizarse?
Complicado… lento, de altos y bajos. Pasé por muchos trabajos antes, fui animador de eventos, hice teatro y cine. Protagonicé un largometraje y participé en telenovelas en papeles chicos. Hasta vendí departamentos, pero en todos esos proyectos siempre estaba sacando fotos… de a poco la “curva artística” empezó a surgir y me llamaba cada vez más gente desde el arte, la arquitectura, el teatro y también la publicidad.

Ser fotógrafo desde región siempre fue complejo y mucho más cuando tratas de posicionarte en el mundo artístico. En mi carrera me he topado con muchos profesionales, de distintas áreas y muy talentosos, que como yo decidieron emigrar a Santiago en busca de contactos y oportunidades laborales. Pero eso no quiere decir que no lo intentara en Viña, estuve tres años tratando de armar un polo publicitario, pero fue ingrato, no resultó, me fui a la quiebra. Fue uno de los periodos más tristes de mi vida, lo pasé muy mal. Incluso me costó mi matrimonio en ese momento. Hoy estamos juntos, nuevamente, y tenemos tres hermosas hijas. Mi familia es mi gran apoyo.

¿Cómo logras salir de esas crisis?
Me llamó el ilusionista Jean Paul Olhaberry, a quien le había hecho fotos y le gustaba mucho mi estilo. Me ofreció trabajar con él en su productora y eso fue un antes y un después en mi carrera, pues no sólo me dio la oportunidad de salir de mi crisis, sino que valoró mi trabajo. Apliqué todo lo aprendido en dirección y producción de televisión, del teatro y la fotografía para potenciarlo. De esa historia han pasado once años, hoy somos grandes amigos y colegas y soy el director de arte de todos sus shows. Actualmente estamos en gira por Chile y para el próximo año será por Latinoamérica.

DE CHILE A ESTADOS UNIDOS

“He tenido la suerte de fotografiar y conocer la historia de artistas chilenos de gran nivel que hoy triunfan en el extranjero. En países como Estados Unidos se valora mucho el arte, las galerías te buscan y las colaboraciones abundan. Se puede vivir de ello, pero en Chile sigue siendo muy difícil y se prefiere pagar grandes sumas de dinero por el arte que viene de afuera, cuando tenemos aquí mismo talentos increíbles. Por eso comencé a exponer allá y me empezaron a llamar para retratar personalidades importantes del mundo de la TV y del empresariado de Las Vegas”.

En 2021, fue invitado a exponer en el Art Labbe Gallery de Florida y, desde entonces, ha pasado por las mejores ferias de arte de Miami. Hoy está en un proyecto colaborativo para mostrar sus obras junto al escultor Ignacio Gana, el joyero José María Goñi y el ilustrador Manuel Santelices en Palm Springs, California, durante el 2025 (y posiblemente también en Italia y España). Además, ya está en conversaciones con distintas galerías en Chile y, prontamente, se presentará con diez de sus fotografías en el Hotel Wyndham Pettra de Lo Barnechea.

¿Cuál es tu obra más querida?
Ignis, mi primera obra y una de las más alabadas internacionalmente, que hice en las dunas de Concón, sólo con gente de la zona. Es una composición surrealista preciosa con la modelo Ignacia Costaguta vestida de negro. Es mi bandera del arte y de mi región, con elementos y muebles que, incluso, eran de mi casa. Hoy aparece en el programa de televisión El precio de la Historia junto a Artemisa, otro trabajo precioso que es una composición en el mar entre fotografía y digital.

 ¿Ignis te liberó artísticamente?
Totalmente, me abrió la mente, sacó todas las piezas del puzle de mi cabeza y dije: “este soy yo”. Hoy cuando tengo que componer una fotografía uso todos los elementos que trabajé en esa sesión. La luz, el equilibrio, los contrates, los objetos. Mis ideas las plasmo en un boceto y desde ese dibujo voy armando, según el personaje o lo que quiera lograr.

Tus fotografías siempre cuentan una historia, una emoción…
Exactamente, nada está por azar. Hay mucho estudio y de conectar con las emociones. Me encanta conversar, saber sus historias, la parte humana. Por eso, al momento de retratar, busco que sea un espacio más privado, de confianza, ojalá sólo yo y la persona o los menos participantes posibles. Sobre todo cuando se trata de personajes famosos se requiere un trabajo más delicado, ellos están acostumbrados a las grandes luces y escenarios, pero cuando se encuentran en estos espacios íntimos muestran realmente quienes son.

¿Qué opinas del uso de tecnología y de la IA en la fotografía?
Tengo una muy buena apreciación de la tecnología con el arte, creo que cada época ha ido aportando lo suyo desde Da Vinci en adelante. Pero, personalmente, no uso IA en mis trabajos, aunque creo que es una increíble herramienta para otros profesionales. Mi obra busca ser tan cual como un pintor, me gusta hacerla a mí, vivir cada proceso. Para la postproducción uso Photoshop, al igual que la mayoría de los fotógrafos, porque para el contraste y la técnica claroscuro es fundamental. Hoy es casi imposible no trabajar con algún programa para corregir detalles y resaltar ciertos colores y aspectos de la luz. Pero trato de no intervenir la fotografía en su esencia.

EL PRECIO DE LA HISTORIA

“Conocí a Mark Mastrov en Las Vegas, el empresario más importante del fitness de Estados Unidos, creador de 24 Hour Fitness y de los famosos gimnasios de Madonna. Él me abrió las puertas de su casa y la confianza para retratarlo a él y a su familia vinculada al mundo deportivo. Generamos muy buena conexión y tenemos planeado seguir trabajando juntos. Allá también conocí a Rick Harrison, dueño de la tienda de empeño Gold & Silver Pawn Shop y famoso rostro de TV que se hizo conocido en Chile por el programa El precio de la Historia. Personajes como ellos parecen inalcanzables, pero al conocerlos te das cuenta de su humildad”.  

¿Cuál es el personaje que más te ha marcado?
He tenido la oportunidad de conocer a grandes artistas internacionales, como el músico Alain Johannes, pero Harrison fue un sueño cumplido, pasé muchas veces por la carretera viendo su anuncio de Falabella y le decía a mi señora “algún día voy a tomarle una fotografía”. Lo pasamos muy bien en su sesión, yo tenía una idea de quién era él y qué quería mostrar, pero en el proceso fui descubriendo mucho de su personalidad. Su papá había fallecido y Harrison quedó a cargo del buque de la tienda y del programa. Por eso, colocamos en la sesión el sillón de oficina que utilizó su papá hasta el día que dejó el negocio, el trono que pasa al nuevo rey. En la fotografía hay muchos elementos de su vida, de lo que le gusta y de la tienda… el resultado fue maravilloso.  Además, hoy para mí es un orgullo ver mi trabajo en uno de los programas con más rating de Estados Unidos y el mundo.

El 2025 trae nuevos proyectos, ¿cómo ves tu camino?
Con expectativas, me ha ido tan bien los últimos años, que con mi familia estamos en pleno proceso de visa para radicarnos, a mediados del próximo año, en Estados Unidos. Creo que se pueden lograr grandes cosas si te lo propones, vivir de lo que te gusta es posible. Una de mis apuestas es potenciar el talento de mi país afuera, por eso estaré viajando constantemente y seguiré dictando talleres de autoestima en Chile, me encanta enseñar. Esa es una iniciativa que empecé con Nikon hace algunos años, a través de la psicología del retrato, y luego seguí en universidades. Es una herramienta  muy bonita para empoderar a distintas personas y empresas. Superar los miedos que se tienen respecto de tu propia imagen ha sido parte importante de mi carrera. La fotografía es el medio que me lleva a desarrollar mi pasión, ayudar a los demás.

www.nachoseverin.com
www.instagram.com/nachoseverin