Bajo este especial eslogan, la diseñadora Trinidad Jove creó, hace diez años, un emprendimiento pionero en Chile para volver a disfrutar con lo simple, compartir en familia y sacar a volar la imaginación de niños y niñas. Con más de cincuenta mil seguidores en redes sociales y parte de Empresas B, sus juguetes de cartón, cien por ciento reciclables, no sólo son entretenidas actividades para pintar y colorear, sino que buscan ser un agente de cambio para las nuevas generaciones.
Por María Inés Manzo C. / Fotografía Javiera Díaz de Valdés y gentileza Magia y Cartón
«Vengo de una familia donde somos tres hermanos, y la verdad es que tuvimos una infancia muy feliz, donde la imaginación siempre estuvo presente. Jugamos mucho entre nosotros y con nuestros papás; además, mi mamá es educadora de párvulos, por lo que nunca faltaban las actividades. Me acuerdo de haber jugado con muchas cajas, es más, una caja de cartón recién llegada significaba horas de entretención… y eso mismo es lo que trato de replicar con mis dos hijos”, recuerda Trinidad Jove Avilés, fundadora de Magia y Cartón.
Diseñadora gráfica de la Universidad de Chile, dice que ha sido busquilla y emprendedora desde que tiene uso de razón y siempre quiso tener algo propio. “Trabajé como diseñadora unos cinco años cuando tuve mi primera crisis vocacional; me cuestioné el no haber estudiado otra carrera, por lo que me fui metiendo a distintos cursos para perfeccionarme en el área comercial, incluso hice un MBA en Madrid”.
Ya en Chile, cuando se encontraba trabajando en una empresa de automatización industrial, empezó a visitar distintas ferias de emprendedores, junto a su amiga Francisca Toral, con quien se asoció durante la primera etapa del proyecto. “Fue en esa búsqueda que un día encontramos por internet una bicicleta de cartón que andaba y ‘se nos prendió la ampolleta’. Le dimos vueltas a muchas ideas hasta que nos dimos cuenta de que los juguetes era un nicho no explorado en Chile”.
¿Cómo fueron los inicios?
Fue complejo, comenzamos a tocar muchas puertas, a tratar de meternos en el mundo del cartón. Partimos en Avenida Matta de Santiago, el famoso barrio de las cajas, pero nadie nos ‘pescaba’ (ríe). Buscamos mucho hasta que encontramos un lugar donde aceptaron armarnos los juguetes. A fines del 2013, sacamos nuestra primera partida. Pero como era un rubro nuevo para nosotras, nos estafaron. Para tratar de sacarnos más dinero no nos dijeron el tema de los mínimos y terminamos comprando por montones.
“Optimistas nos presentamos en la feria MásDeco y aunque vendimos el uno por ciento de lo que llevamos, nos sirvió para validar los productos. Teníamos el stand lleno de niños pintando e imaginando. Luego, nos ganamos un Capital Semilla, decidí renunciar a mi trabajo y probar durante un año con este emprendimiento, lo que coincidió con el nacimiento de mi hijo mayor”.
LA CARTONERÍA
“Al pasar el primer año me di cuenta de que no podía vivir sólo de los juguetes y creé un negocio paralelo llamado La Cartonería, especializado en el packaging de cartón. Esto me ayudó no sólo a sostener Magia y Cartón, sino que a aprender más del rubro y hacerme mi propia red de contactos”.
“En un comienzo hacía todo sola y cuando La Cartonería fue creciendo pude tener clientes estables. Así, el 2017, me lancé ‘con todo’ con Magia y Cartón: implementé una web con e-commerce, hice un nuevo logo, contraté a una persona para ayudarme y arrendé una oficina. Replanteamos mucho los diseños gracias al know how que aprendí con las cajas y cómo optimizar los precios. Por ejemplo, hice todos los juguetes plegables para que entraran en cajas grandes, pero bonitas, porque antes medían 2×2 metros, lo que era demasiado”.
¿Cuándo decides instalar tu propia fábrica?
Trabajaba con un proveedor, quien me fabricaba los juguetes de cartón y las cajas para el packaging. Era un señor que trabajaba a la antigua, don Jorge, con quien logré una relación de harto cariño. Pero lamentablemente, a fines del 2018, se incendió su fábrica, con todos mis pedidos adentro. Fue un golpe tremendo y a tres semanas de Navidad. Desesperada tuve que salir a buscar nuevos proveedores porque él decidió no seguir… tenía pedidos de varios clientes en proceso y se seguían sumando. Rápidamente me metí a trabajar con imprentas, directamente con el que elaboraba el cartón y viví el proceso desde adentro. Fue una terapia de shock, pero como ya tenía la marca y los clientes decidí lanzarme sola.
MÁS QUE JUGUETES
“Magia y Cartón nace inspirado en la infancia de toda una generación, cuando una caja de cartón podía convertirse en el mejor de los juguetes. Nuestra propuesta es diferente, porque los niños y niñas los pueden personalizar, pintar, colorear, se arman y desarman fácilmente. Pero la idea es que sea una experiencia en familia, donde los papás, abuelos o adultos los ayuden en el proceso”.
Con más de cincuenta mil seguidores en redes sociales y certificados, el 2021, como parte de Empresas B, Trinidad Jove ya está en vías del siguiente paso que es la exportación de sus juguetes. “Es un proyecto que funcionaría muy bien, sobre todo en Europa, ya que allá se encuentran muy adelantados en temas de sustentabilidad. En septiembre hice una pasantía en Alemania, nos estamos certificando, y en conversaciones para llevar Magia y Cartón al extranjero. Es una tremenda oportunidad en la que trabajamos con ProChile, pues es una marca diseñada y fabricada en nuestro país”.
En la pandemia tuvieron un importante crecimiento…
Sí, fue impresionante. Por eso aprovechamos de ampliar nuestros juguetes, hoy tenemos las líneas: mini, grandes, disfraces, material educativo, de Navidad (con arbolitos, adornos, actividades, pesebres, decoración, etc.) y de cumpleaños. En pandemia incluimos los juegos de mesa, porque más que juguetes son una experiencia.
¿Cuáles son los más vendidos?
Sin duda, el cohete; en promedio vendemos unos cinco mil por año. También el disfraz de dinosaurio T-Rex ha sido un éxito y siempre se agota. Lo bonito es que hay para todos los gustos: casitas, barcos piratas, aviones, autos, unicornios, locomotoras, etc., etc.
¿Cómo es el proceso creativo de los diseños?
En general, han salido muchas ideas de mis propios hijos, quienes son los primeros que los prueban. Una anécdota que me encanta contar es que, hace un par de años, llevé un montón de cartones a nuestra casa porque estaba con la idea de hacer un castillo. Había huinchas de cartón por todos lados y Pedrito, mi hijo mayor, se las puso en la espalda y comenzó a simular que volaba, así nacieron las alitas, de un juego muy inocente y espontáneo. Siempre estoy mirando. Un día llegó con un esqueleto del colegio y entonces inventamos el esqueleto humano, que consiste en cuatro láminas de cartulina con huesos prepicados y chinches mariposa.
¿Qué se viene para el 2023?
Quiero asesorarme con alguien especializado en educación, con experiencia en aulas, para generar más material educativo. Hoy se usan muchos plásticos que se podrían reemplazar por cartón, por ejemplo, para la motricidad fina y gruesa. Y para este verano tenemos una propuesta muy entretenida con la franquicia de Snoopy; estamos muy entusiasmados porque es una campaña que apela al recuerdo de la mano de este famoso y querido personaje. También estoy postulando a varios fondos para mujeres emprendedoras, lo que nos permitirá seguir creciendo.
AGENTES DE CAMBIO
“En Chile se sigue reciclando muy poco (sólo un 15%) en comparación con países europeos que alcanzan hasta el 80% de manejo correcto de residuos. Por otro lado, se estima que nueve de cada diez juguetes terminan en vertederos. Y en promedio un niño pierde el interés por un juguete en treinta días, entonces ¿qué sentido tiene comprar tanto plástico que terminará en la basura? Bajo esta realidad creemos que la opción del cartón reciclable es una excelente solución para incentivar la educación medioambiental, darle un uso correcto a los objetos y también una segunda vida”.
“Nuestros clientes nos mandan fotos de sus niños cuando llevan los juguetes de cartón a puntos limpios, pero queremos ver cómo hacer el seguimiento más allá. Uno de nuestros incentivos es que les entregamos un diploma de reciclaje, lo que motiva a los papás a ayudarlos en ese proceso, porque la educación parte por casa”.
En marzo de este año se instalaron con una ciudad de cartón en Kidzapalooza, el sector de niños de Lollapalooza, y acaban de ser parte del Festival Ladera Sur 2022, una celebración en torno a la naturaleza con charlas, talleres, música, exposiciones y una feria relacionada con la vida sustentable.
“Queremos ser agentes de cambio y generar un impacto positivo en la sociedad, con productos asequibles, de calidad y con un mensaje que motive a las futuras generaciones. En esa línea acabamos de lanzar un precioso carrito rojo en alianza con los bomberos de Santiago, donde por cada compra vamos a donarles un porcentaje. Además, todo lo que se compre de Navidad también vamos a donar un porcentaje a la Fundación Casa Familia, que acoge a los niños y sus acompañantes que viajan a Santiago a realizar sus tratamientos oncológicos”.
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