Francisca Zúñiga: Perseverante

tenis playa

Multimedallista sudamericana y bolivariana, la seleccionada nacional, Francisca Zúñiga, fue una de las precursoras del tenis playa en Chile. Ganadora de veinte títulos del Circuito Beach Tennis Tour ITF, tras altos y bajos hoy está decidida a retomar, al cien por ciento, su carrera deportiva. Además, como cofundadora y directora del Club Deportivo Dunas Beach Tennis, quiere llevar a más personas el deporte que le apasiona. 

Por María Inés Manzo C. / Fotografía Javiera Díaz de Valdés y gentileza entrevistada

«A mis treinta y cinco años estoy en un momento decisivo, por eso el próximo año quiero volcar mi energía en desarrollar todas mis capacidades en el tenis playa, pues no lo he podido hacer hasta el momento”, cuenta Francisca Zúñiga González.

Desde pequeña le gustaba mucho jugar paletas de playa y practicaba todos los veranos. Fue así que su papá se dio cuenta de su facilidad para los deportes y la inscribió en clases de tenis. “Jugué desde los once hasta los dieciocho años en un club de Santiago, e incluso, un año por mi universidad. Me mantuve siempre entre las veinte primeras del ranking, era bastante buena. Después quise dar clases de tenis y estuve en eso hasta los veinticinco años”, recuerda.

¿Cómo llegas al tenis playa?
El 2007 estaba haciendo cursos para prepararme como profesora de tenis y me gané una beca de solidaridad olímpica para un intensivo de formación en Argentina. Cuando venía de regreso a Chile en el avión, por casualidad, me senté al lado del productor de eventos, Manuel Rodríguez, hijo de Patricio Rodríguez —famoso jugador y entrenador de tenis—, quien me comentó que quería traer el tenis playa a nuestro país. Trabajamos juntos, por varios años, en otros proyectos deportivos, pero fue recién, el 2012, cuando se realizó el primer torneo en Coquimbo.

“Cuando la Federación de Tenis anuncio ese torneo le dije a mi colega, Francisca Echeverría, que nos inscribiéramos, aunque nunca lo habíamos practicado, pues sabía que nos podría ir bien además de aprender en el camino. Sin ninguna expectativa llegamos a la final y quedamos enamoradas del deporte, porque gracias al tenis teníamos una gran facilidad. Además, tuvimos la oportunidad de jugar y entrenar con la brasileña Joana Cortez, campeona del mundo en varias ocasiones. Luego competimos en Buenos Aires y ganamos… así comenzó este sueño”.

HISTORIA DEL TENIS PLAYA

“Este es un deporte súper amigable y fácil de aprender. Además, para quien practica deporte con paleta se facilita mucho tomarle el ritmo y sentimos que era una muy buena instancia para promoverlo en Chile. En marzo del 2012, comenzamos una campaña entre Santiago y Viña del Mar, que pronto se extendió por toda la Región de Valparaíso. Fuimos pioneras en la zona, convocamos a tenistas famosas, armamos tres canchas en un gimnasio y presentamos el deporte al comité olímpico”.

Ese mismo año se realizaron los primeros Juegos Bolivarianos de Playa en Lima Perú, donde disputaron diez países. Fran fue parte del primer representativo nacional de tenis playa junto a Francisca Echeverría en dupla femenina, y Eric Álvarez y Marcelo Guzmán en dupla masculina. En esa instancia fue la atleta quien obtuvo más medallas para Chile: dos de oro y una de plata.

Luego, el 2013, realizaron un evento en la Playa del Deporte y en paralelo al ATP de Viña del Mar. Invitaron a la prensa especializada a conocer esta nueva disciplina que también estaba bajo la Federación de Tenis de Chile. “Nos fue tan bien con esa gira que la replicamos en Papudo y Maitencillo… y así en distintas localidades. Lo bonito de esa experiencia fue que convocó a mucha gente y hoy varios siguen practicando”.

¿Cómo ha sido este camino?
De altos y bajos, pero para mí es un orgullo ser parte de la historia del tenis playa en Chile y ver cómo sigue creciendo a través de los años. Este es un deporte terapéutico, donde juegas descalzo en la arena o en una cancha artificial, pero al aire libre. Sin duda es algo que necesitamos tanto, sobre todo producto de la pandemia, y por eso ha tenido un alza importante en el último tiempo junto con el pádel. Además es asequible, no necesitas zapatillas o equipamiento especial. Por eso también es tan atractivo para niños y adultos.

TRUNCAR UN SUEÑO

“El 2014, tuve la oportunidad de participar en los primeros Juegos Sudamericanos en Venezuela, donde obtuve medalla de bronce con mi compañera, de ese entonces, María Paz Orellana. A fines de ese año, participé en los segundos Juegos Bolivarianos en Playa Huanchaco, Perú, donde gané dos medallas de oro y una de plata… pero allí ocurrió uno de los sucesos más injustos, tristes y que más han marcado mi vida y mi carrera deportiva”.

Francisca fue notificada de que su muestra antidopaje había resultado adversa, pues se encontró metilecgonina y benzoilecgonina, metabolitos de cocaína. A causa de ello le quitaron sus medallas, pero el caso resultó ser una negligencia alimentaria y el Comité Olímpico de Chile se tardó cuatro años en confirmar que la deportista nunca fue sancionada por dopaje.

“Sigo sin entender cómo pude vivir este proceso tan irregular. Nos encontrábamos en el hotel oficial de los juegos, donde todos estamos informados que era el único lugar donde podíamos alimentarnos ‘con seguridad’. Fue ahí mismo donde me ofrecieron un té de coca, que formaba parte del menú que la misma organización dispuso, tal como lo ratificó el Comité Olímpico el 2019… pero en todo ese tiempo mi nombre se manchó, perdí mi ranking y, también, mi salud mental”.

¿Por qué se demoró tanto la resolución?
Por desgracia, pagué injustamente por una negligencia por parte de la organización y todos los involucrados en el desarrollo de este evento. Eso también derivó en un proceso que no pasó por las etapas formales, donde se cometieron muchas faltas; luché para que mi caso tomara el camino adecuado, porque lamentablemente no ha sido el único. Soy una persona muy sana, tengo una alimentación basada en plantas y soy aliada de la medicina natural, por ejemplo. Y los que me conocen saben que jamás se me hubiera ocurrido consumir algo indebido para tomar ventaja.

“En ese entonces no había educación antidopaje, mucha gente en Chile me dio la espalda, salí en la prensa y me trajo repercusiones a nivel nacional e internacional. Pero la sanción moral y social fue la que más me afectó y me trajo consecuencias psicológicas que no me permitieron volver al rubro. El 2019 presenté, otra vez, mi caso al Comité Olímpico, pues recibí un ataque de otro deportista (alegando contra el supuesto dopaje) cuando fui a competir a los Sudamericanos de Playa Rosario. Por eso exigí que, de una vez por todas, limpiaran mi nombre y, finalmente, emitieron un comunicado oficial reconociendo la responsabilidad que habían tenido”.

¿Cómo te vuelves a parar?
Lo principal fue la confirmación de que nunca fui sancionada por dopaje, lo que se publicó a través del portal de la Federación de Tenis de Chile. El trabajo psicológico fue fundamental y sigo con el apoyo de un centro terapéutico. Además, hoy estoy trabajando con una entrenadora que me está ayudando con el alto rendimiento… así empecé a acercarme otra vez al tenis playa, a representar a Chile aquí y en el extranjero.

“Fue una etapa muy difícil, viví una depresión muy grande, pues también trabajaba dando clases y no pude seguir. Me cortaron las alas en un momento donde mi edad y rendimiento era óptimo para desarrollarme deportivamente. Llegué a ser la número uno de Chile e iba subiendo en el ranking mundial y estaba en el número 50. Tras ese negro episodio, más la pandemia, quedé en el número 700, pero tras las últimas competencias quedé en el número 260 y mi meta es seguir mejorando”.

En septiembre de este año, Fran participó en los Panamerican Beach Tennis en Argentina y, en noviembre, en el World Cup Beach Tennis 2020 Brasil, donde junto al equipo chileno quedó en el lugar número diez del mundo. Además, fue parte del Beach Tennis Aruba 2022. “Para el mundial viajé antes para entrenar en la Escuela Pinheirinho Tenis & Beach Tennis y también participé en otros torneos y circuitos para agarrar el ritmo de alto rendimiento, donde fuimos campeonas del ITF BT10 Sao Paulo, junto a la brasileña Julia Silva. Este tipo de experiencias son las que me ayudarán a seguir mejorando, tengo las condiciones y la mentalidad positiva y sé que llegaré a más”.

“Pude llegar a este mundial y viajar al extranjero gracias al apoyo de mi familia, mis amigos y mis alumnos. Hicimos una rifa para poder costear los pasajes y estadía, porque salir del ranking significó volver a cero en muchos sentidos. Por eso también agradezco a mis auspiciadores y colaboradores: Aspillaga Hornauer, JAC Chile, Drop Shot Chile, Manto Wasi, al doctor José Miguel Hormazábal, MZ y, por supuesto, Tell Magazine”.

DUNAS BEACH TENNIS

Además de las competencias, Fran también retomó su rol de profesora y cofundó el club deportivo Dunas Beach Tennis en Reñaca. “Esta es una escuela que armamos junto a mi colega, Maximiliano Arrué, jugador de alto nivel y profesor de tenis playa. Realizamos clases a niños, adolescentes y adultos; y programas de entrenamiento (con preparación física, técnica y asistencia kinesiológica) para deportistas iniciales y de alto rendimiento, que incluyen seleccionados nacionales y tenistas junior que participaron en el último mundial. Comenzamos en septiembre del 2021 y ya contamos con más de ochenta alumnos. Es un proyecto que tiene muchas proyecciones de crecimiento y hoy es la única escuela integral de entrenamiento de Chile”.

¿Qué es lo que te gusta de enseñar?
Contribuir a la salud física, mental y espiritual de las personas no tiene precio. Mi formación como profesora de tenis, ser profesora de tenis playa certificada en Brasil y, además, jugadora de alto rendimiento me han dado herramientas para poder traspasar todos esos conocimientos a mis alumnos. Ha sido muy emocionante cómo siguen mis logros, me apoyan en las competencias y se dan cuenta de que ellos mismos pueden lograr estos sueños.

Ustedes también organizan competencias…
Así es, en Dunas Beach Tennis se realiza una Liga durante el año y diversos campeonatos. Otro proyecto entretenido es que junto a Maximiliano Arrué y Valentina Vazon, también jugadora de tenis playa, acabamos de abrir la escuela Pacífico Sur Beach Tennis en Villa Alemana, para seguir expandiendo este deporte. Estamos realizando circuitos nacionales e internacionales que anunciamos por redes sociales (Instagram: @pacificosur.beachtennis).

“Ya tenemos confirmada la Gira Verano 2023, del 3 de febrero al 10 de marzo, y contempla el Circuito Internacional que se realizará en Chile y algunos torneos en el extranjero. Mi meta es poder  pasar una temporada entrenando y compitiendo en Brasil durante el 2023, ya que se vienen importantes competencias: Los V Juegos Sudamericanos de Playa 2023 en Santa Marta, Colombia; los Juegos Panamericanos de Beach Tennis y el World Cup Beach Tennis 2023. Es por esto que estoy en búsqueda de personas y empresas que quieran acompañarme, apoyándome financieramente, en estos sueños y desafíos”.

Instagram: @franzuniga_beachtennis, @fran_zuniga_g, @dunas_beachtennis