María José Lacámara: El poder del journal

sicóloga

En su último libro, María José nos invita a practicar el journaling, un ejercicio cada vez más habitual, que consiste en regalarnos unos minutos durante el día para reflexionar y agradecer por medio de la escritura. A través de citas inspiradoras y ejercicios basados en la sicología positiva, la idea de tener un diario de vida es aprender a vivir en forma más consciente. Porque, como dice ella, “escribir es una práctica sanadora. Este libro es un regalo que nos hace detenernos en el hoy, donde está la verdadera vida”.

Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza entrevistada

 “De chica tuve miles de diarios de vida. Para mí era encontrarme conmigo misma, con mis sentimientos, con mis emociones. Me servía para vaciar en un papel, sin juicios, todo eso que uno siente en la adolescencia y que es parte de tu alma. Escribir es una práctica sanadora. La escritura siempre ha sido un lugar de catarsis, de reflexión, de encuentro y conexión”.

¿Qué otros ejercicios nos conectan con nuestro mundo interior?
Ayer escuchaba una charla TED que hablaba de la importancia de agradecer y ser agradecidos, pero que para hacerlo primero teníamos que hacer un alto en el camino. Una de las prácticas que más nos conectan es detenernos, hacer una pausa, mirar y después seguir. Es en esa pausa donde podemos encontrar qué necesitamos para estar mejor. Hay gente que va a encontrar esa conexión en la escritura, otros en la meditación, en la naturaleza, en el deporte, en la pintura, en la música, en la danza. Hay miles de maneras de conectar con nosotros mismos. El problema es que vivimos en piloto automático y parar, muchas veces, se nos hace imposible y, por eso, el libro Regálate cinco minutos nos invita a detenernos, a mirar, a reflexionar y a regalarnos un tiempo. Porque el querer parar es la única manera que te conecta con tu yo profundo.

¿Cuál es la importancia de agradecer?
Creo que en la medida en que somos agradecidos, somos felices. Estoy segura del poder transformador que tiene el agradecimiento, sobre todo en la manera en que uno mira la vida, porque cuando agradecemos estamos mirando lo que hay, lo que tenemos. El agradecer es una tremenda herramienta de bienestar.

¿Cómo vivir una vida más consciente?
Para mí, la experiencia de la meditación y el mindfullness han sido profundamente transformadoras este año y me han ayudado a estar más consciente de mis límites, de lo que necesito, de tratarme con cariño. Una vida más presente, más plena, conectada con el aquí y el ahora hace que uno pueda estar más en paz con uno mismo y cambia nuestro cerebro, porque se crean nuevas rutas neuronales.

¿Qué te motiva hoy?
Me motiva llevar salud mental (que a ratos es un privilegio y que es tan difícil de conseguir), bienestar y esperanza a las personas a través de un libro, de un podcast, una entrevista o un taller.  Que seamos más cariñosos, más respetuosos, que generemos más espacios para seguir este viaje de la vida, donde el gran regalo es el hoy.

En tu último libro podemos leer decenas de citas inspiradoras. ¿Por qué están puestas ahí?, ¿de qué manera nos pueden ayudar?
Creo que, en lo colaborativo, hay tantas frases, tantas miradas, tantos maestros, tantas personas que nos marcan. Yo solo tengo un pedacito de mi verdad que quiero compartir, pero también quiero compartir las verdades de otros que han aportado infinito al mundo. Citas de anónimos, de pacientes, de grandes autores, de sicólogos. Son frases que calan hondo y que espero ayuden al crecimiento personal de las personas. El otro día una paciente me dijo: “descubrí que tengo que construirme a mí misma como mi único lugar seguro”. Dime si esa frase no es transformadora e inspiradora.

¿Podemos cambiar lo que nos pasa?
Pienso que lo que nos pasa no nos define, pero tenemos que tener claro que hay cosas que no podemos controlar, pero que necesitamos aceptar. Muchas veces no podemos cambiar la situación, pero sí cómo enfrentar aquello que nos pasa, y qué actitud tomamos frente a eso. Ahí está la sabiduría, ahí está la vuelta de tuerca, ahí está nuestra resiliencia, nuestra capacidad de transformarnos y construirnos. Viktor Frankl decía que una de las únicas libertades que no nos puede quitar nadie es nuestra capacidad de elegir cómo vamos a vivir determinadas situaciones.

CAMINAR LA VIDA

Con diciembre a la vuelta de la esquina, comenta que en estas épocas de cierre siempre viene el análisis, “la mirada de lo que fue el año, de lo que cultivamos, de lo que cosechamos, de lo que faltó. Como todo cierre, requiere de tensión, de reflexión, de una mirada hacia el interior. El detenerse es maravilloso, el vivir más tranquilo, el no correr. Es mejor caminar la vida, porque se nos pasa la vida si corremos”.

Tan cierto.

Hablar con la Jose es escuchar otras voces dentro de ella: la mamá, la profesional, la mujer. Cercana y honesta, es muy didáctica para explicar conceptos y situaciones y eso se agradece. “Soy de alma tremendamente inquieta, alma que crea, que no se conforma, que siempre está intentando crecer con un solo fin: poder aliviar el sufrimiento del otro”.

¿Por eso la sicología?
Cuando estaba en cuarto medio decreté que, además de ser escritora y tener un lugar cerca del mar, quería ayudar al mundo, quería entregar un poquito más de paz, armonía y conciencia de vivir en el ahora. Eso me llevó a estudiar sicología y a un camino muy lindo y gratificante en donde he podido aportar un granito de arena a la sociedad.

¿Qué te llevó a escribir libros?
El 2017 comencé a escribir un blog, que más tarde derivó en columnas para una revista y en la loca idea de escribir un libro. Cuando lo estaba escribiendo, Matías, mi marido, me regaló un computador nuevo con un mensaje: “para todos los libros que vengan”. Me sentí tremendamente apoyada frente a las miles de dudas que tenía.  Ese ha sido el mejor regalo.

¿Cómo está nuestra salud mental en el país?
Somos el país que tiene uno de los peores índices de salud mental. Hoy en día los sicólogos y siquiatras están sobrevendidos, no hay horas disponibles. Existen muchos cuadros de ansiedad, depresión y trastorno alimenticio. Creo que esto es un coletazo no solo de la pandemia, sino de cómo habíamos estado viviendo estos últimos años. Tal como lo dice Felipe Lecanelier, vivimos en una sociedad tremendamente exigente, en un sistema educacional que no vela por el bienestar emocional de los niños ni de los adolescentes, sino que vela por los resultados académicos y eso termina por destruirlos. Hay estudios que hablan del aumento, en un doscientos por ciento, de todos los índices de ansiedad, depresión e ideación suicida, con la llegada de las redes sociales y la vulnerabilidad que han generado. No tenemos un sistema que esté integrado para entregar mayor bienestar. Si no hay cambios profundos, esto va a seguir así y la verdadera pandemia va a ser la crisis que vamos a tener en salud mental.

De ahí la tremenda importancia de conectar con los hijos.

“Tenemos que detenernos, conversar, estar con ellos, abrir espacios de comunicación, generar ritos y momentos familiares, sentarnos a comer todos juntos, preguntarles cómo estuvo su día, interesarnos por lo que hacen, por los proyectos que asumen. Darles tiempo a nuestros hijos, ahí es donde ocurre la magia, ahí es donde estamos en escucha activa. Los vínculos requieren de fondo y es ahí en donde está el amor, la conexión y el tiempo”.