Clínica Los Carrera aumenta su complejidad médica y tecnología para dar mayor resolutividad en la región  

Recinto ya realizó la primera cifoplastía y embolización cerebral

Tras el lanzamiento del pabellón de hemodinamia (o terapia endovascular) – que analiza el movimiento de la sangre a través del sistema vascular y que permite diagnosticar y brindar tratamientos a pacientes que sufren enfermedades cardiovasculares – el recinto médico ha trabajado arduamente por la incorporación de más tecnología y equipamiento de punta para la cobertura de patologías de alta complejidad en la región.

En una ambiciosa meta por convertirse en el principal centro médico de salud privada de la región, junto con entregar mayor accesibilidad a tratamientos de alta complejidad y resolución a distintas patologías, Clínica Los Carrera amplía su oferta médica con nuevos procedimientos, staff y equipos tecnológicos para el tratamiento de enfermedades neurológicas y de la columna vertebral.

Tal ha sido el impacto de estos avances que el recinto médico ya realizó las primeras intervenciones de cifoplastía, a cargo del Dr. Leopoldo Díaz, la que se utiliza para el manejo de las fracturas vertebrales patológicas, ya sea secundarias o debido a osteoporosis, a metástasis de una neoplasia –y de angiografías y embolizaciones cerebrales– intervención para el tratamiento de aneurismas y malformaciones arteriovenosas que pueden salvar la vida de un paciente -, ambas técnicas de alta complejidad, las cuales fueron realizadas con éxito en el recinto asistencial, gracias a un staff de profesionales con más de 30 años de experiencia en estas técnicas, avaladas por publicaciones internacionales y con cursos dictados en Latinoamerica, USA y Europa.

Para el equipo de neurocirugía, liderado por el Neurocirujano Dr. Carlos Bennett,  médico jefe de Neurocirugía del Hospital Van Buren, las patologías a la columna vertebral son frecuentes, y por desgracia, muy dolorosas para los pacientes, que inclusive, en algunos casos puede ser progresiva y causar compromiso funcional e invalidez. Por ello, destaca que intervenciones como la cifoplastía pueden cambiar favorablemente la calidad de vida del paciente.

De esta manera, el paciente al cabo de 60 minutos después de la inyección tiene su lesión totalmente estabilizada. Lo anterior permite que el paciente ya a las 24 horas pueda comenzar nuevamente su actividad física, dejar de depender de analgésicos, narcóticos y tener una remisión de su dolor de por lo menos un 90% sin riesgos posteriores.

EMBOLIZACIÓN CEREBRAL, UN TRATAMIENTO QUE SALVA VIDAS

La rotura de un aneurisma es una de las causas más comunes de muerte súbita en el mundo, inclusive muchos de los pacientes mueren antes de llegar a un recinto médico. Por lo mismo, estas patologías son consideradas de urgencia, puesto que cuando ocurren el paciente cuenta con una zona débil en la pared de un vaso sanguíneo que provoca que este se sobresalga o se abombe. Hoy, gracias a los avances de la tecnología, es posible tratar estas aneurismas después de un sangramiento e idealmente antes de su ruptura, permitiendo intervenir los vasos cerebrales en personas que padecen de un aneurisma y que pudiesen manifiestar síntomas de cefaleas intensas y signos neurológicos, a partir de un procedimiento de alta complejidad de embolización de aneurismas.

El experto en neuroradiología intervencional, Dr. José Tevah, profesional a cargo de la intervención de una paciente de 83 años, la primera en realizarse en Clínica Los Carrera, explica que este tratamiento se presenta como una alternativa de menor riesgo a la cirugía abierta, la cual es más invasiva para el paciente.

“Con la embolización se busca interrumpir el riego sanguíneo de los vasos anormales en el cerebro, e inclusive en otras partes del cuerpo, ocluyendo desde el interior la lesión aneurismática a fin de prevenir su ruptura, puesto que si esto ocurre, producto del sangramiento agudo los tejidos a su alrededor pueden verse afectados y ocasionar un accidente cerebrovascular, situación que puede ser mortal”, indica el Dr. Tevah.

En conclusión, el procedimiento –que se realiza en el pabellón de hemodinamia– consiste en sellar el aneurisma, a partir de la realización de un pequeña incisión en la región inguinal, la cual permita acceder a la circulación cerebral y llegar al aneurisma logrando una oclusión de este, con preservación del resto de los vasos arterailes y su circulación. Esta oclusión se puede lograr con pequeñas espiras metálicas, stent o diversores de flujo con el fin de sellar el vaso sanguíneo defectuoso, y así salvar la vida del paciente y mejorar su calidad de vida. Una de las grandes ventajas es que al ser un procedimiento mínimamente invasivo, la duración de la hospitalización es de 2-3 días como máximo, y el paciente vuelve a sus labores habituales rápidamente y sin molestias.