No nos quieren ver

Por Marcelo Contreras

HBOMAX

Catalina Pérez (Sara Becker) es una menor de edad internada en Casita Feliz, una residencia privada para niños y jóvenes en situación vulnerable. Yace en el piso de un baño mientras una funcionaria intenta contenerla montada sobre su torso. De pronto, Catalina ya no reacciona. Con catorce años, la vida se le ha ido recostada en la loza inmunda del servicio higiénico. Paola (Tamara Acosta), la abogada que llevó su caso para sacarla de un hogar con madre alcohólica y padrastro abusador, siente culpa. En el intento por mejorar su vida la condujo a un lugar fatídico.

Paola no se convence de la versión oficial que rotula como suicidio la muerte de Catalina. Decidida a investigar, involucra a la jueza Fernanda Salazar (Paulina Urrutia) y a la directora de Casita Feliz, Colomba Ulloa (Francisca Lewin). Juntas no sólo descubren que la joven nunca atentó contra su propia vida, sino que el ambiente del hogar se rige por las drogas duras, la violencia y los abusos sexuales.

Con ocho capítulos, No nos quieren ver rebosa ambición al combinar una temática contingente como las deplorables condiciones de los hogares de menores, donde se mezclan iniciativas estatales y el mundo privado sin mayor beneficio para niños y jóvenes desprotegidos, sino también la política, la burocracia y la ineficiencia en distintas dimensiones, desde el personaje encumbrado de la élite (Javiera Rojas, interpretada impecable por Amparo Noguera), el funcionario del centro de menores a cargo del trabajo sucio (Juan Rebolledo, notable villano encarnado por Roberto Farías), y los prejuicios en el ámbito judicial hacia las mujeres que ejercen altas magistraturas, donde el personaje de Paulina Urrutia es cuestionado por su sexualidad.

A pesar de ser temas complejos y candentes, No nos quieren ver no solo alude a la invisibilidad de un segmento de la población que no interesa a nadie “porque no votan”, como explica un personaje, sino de una sociedad cargada de prejuicios mientras se intenta resolver un crimen. Una producción dramática chilena a la altura de la oferta internacional con absoluta propiedad.