Paula Espejo: Conectada con el mar

embajadora eXXpedition

Elegida entre miles de mujeres del mundo para analizar la contaminación de microplásticos en el océano, Paula Espejo fue la primera y única chilena miembro de la Tripulación eXXpedition Round The World 2019–2020 en la Ruta del Giro del Pacífico Sur. Una travesía única en la que estuvo navegando desde Galápagos a Rapa Nui.

Por María Inés Manzo C. / Fotografía gentileza de Paula Espejo y Pablo Gacitúa.

Trescientas mujeres, 38.000 millas náuticas, cuatro giros oceánicos y una misión llamada eXXpedition —escrito con doble equis en honor al cromosoma femenino— fue la aventura en la que participó la psicóloga organizacional Paula Espejo, quien además de ser buzo y capitán costero fue la primera chilena en participar de esta iniciativa que busca mejorar el entendimiento científico de la contaminación con microplásticos.

Pero su relación con el mar viene de mucho más atrás. “Siempre he tenido una conexión importante con la naturaleza. Tengo espíritu aventurero y de chica practico deportes, competí como gimnasta e hice nado sincronizado. Más grande pasaba mis veranos esquiando en los lagos del sur, he corrido maratones y ahora estoy practicando descenso de bici en cerro”, cuenta. En el buceo comenzó a los veinte años y hoy lo practica junto a su marido, quien también es capitán costero.

Fue en ese escenario donde comenzó a ver los daños del ser humano en el océano. “Con el paso de los años he ido viendo la depredación del fondo marino. Muchas de las algas se han sacado indiscriminadamente para el mercado de la alimentación y la cosmética, principalmente para oriente. En un minuto fue tal el daño que se veían verdaderos desiertos en lugares que eran ecosistemas para especies como jaibas y pececitos. También al ir navegando me encontré con pedazos de plástico y basura que estaban a muchísima distancia de la costa y su lugar de origen. Por eso siempre quise participar de alguna iniciativa contra este gran peligro para el planeta”.

EXXPEDITION

eXXpedition es una fundación creada el 2014 por la ambientalista británica Emily Penn, y bajo el lema “hacer visible lo invisible” busca recorrer cuatro de los cinco giros oceánicos existentes e investigar treinta tramos del mundo. La ruta Round The World 2019–2020 comenzó en Plymouth (Inglaterra), Azores, Antigua y Barbuda, Aruba, Panamá e Isla Galápagos con distintas tripulaciones. En la última participó Paula Espejo, partiendo el 15 de febrero de 2020 desde San Cristóbal con destino a Isla de Pascua.

Hasta la fecha se han realizado once expediciones, donde cada viaje dura alrededor de dos semanas. Pero uno de sus puntos fuertes es que tanto el equipo de investigación como la tripulación son mujeres, de distintos países y profesiones, motivadas por cuidar el medio ambiente.

“En esta etapa viajé con otras diez mujeres (desde los veinticuatro a cincuenta y cuatro años) y la líder científica, quien analiza todas las muestras y está a cargo del laboratorio. Lo interesante es que en un solo lugar se unen expertas en alimentación, ciencias, turismo, sustentabilidad, moda, etc. Una de ellas fue Carry Somers activista, diseñadora y fundadora de Fashion Revolution, quien impulsó el índice de transparencia”.

¿Cómo fue tu preparación?
La preparación científica la hicimos con la líder, pues el mecanismo de toma de muestra y de análisis es un protocolo que viene listo desde Inglaterra. El laboratorio viene equipado con todo lo necesario para cuantificar y clasificar los plásticos. En lo personal, cuando me avisaron, en junio del 2019, que aceptaban mi solicitud, en temas náuticos me preparé con la Armada de Chile.

¿Tuviste que buscar auspiciadores?
Sí, financiar esta travesía sale del bolsillo de cada una (alrededor de veinte mil dólares); por eso me reuní con actores importantes del mundo “antiplástico”. Como anécdota justo estaba en ello cuando cancelaron la COP 25 en Chile y fue un golpe gigante, pero hoy soy embajadora de Plastic Oceans Chile y Agua Bendita Chile. Entre mis auspiciadores está Engie, Karün, Explora, Malva y Jo&Fire.

¿Cómo les afectó la pandemia?
Lamentablemente, con lo del coronavirus el equipo que nos seguía, de Rapa Nui a Tahiti, tuvo que hacer la cuarentena en altamar y regresar a sus países de origen. Fueron condiciones súper complejas, donde no había vuelos, por lo que la misión se suspendió hasta abril del 2021. Originalmente duraba dos años seguidos, pero hoy sería un riesgo. Desde ahí se retomará a Islas Cook, Tonga, Fiji, Vanuatu, Cairns (Australia), Darwin (Australia), Perth (Australia), Mauricio, Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Joao Pessoa (Brasil), Barbados, Santa Lucía, Islas Bermudas y, finalmente, llegarán al Giro del Atlántico Norte.

GIROS OCEÁNICOS

“El único giro oceánico que no se recorre es el que está en California, frente a la costa de Estados Unidos, porque está súper investigado. En diciembre del año pasado fui invitada por el acuario de la bahía de Monterey, pues tienen una instalación de microplástico hace diez años. Con eXXpedition se pasa por montones de islas chiquititas, por lugares donde se sabe poco cuál es la concentración y qué tipos de plásticos son”.

¿Cuáles son los plásticos más dañinos?
El PET, porque la botella sin tapa se hunde inmediatamente y es casi imposible recuperarlas del fondo del mar. Por eso el propósito de esta expedición es entender cuáles son las industrias más contaminantes. Hay millones de micropásticos en la industria textil —los hilos del polar y el nylon, por ejemplo— y al lavar tu ropa se va todo al mar. Hoy no existen los filtros para ello, pero se espera que Francia lo implemente desde el 2025. Lo mismo ocurre en la industria cosmética con algunas pastas de dientes y exfoliantes que están llenos de plástico.

Los consumidores tenemos poca información…
Sí, y en la mayoría de los productos apenas se entienden los ingredientes o simplemente no se leen. Para el tema de manejo de residuos en lo doméstico estamos muy atrás y no hay educación formal a menos que exista un interés voluntario. En Chile tampoco están los mecanismos de gestión para que se reciclen correctamente los distintos tipos de plástico; y si es que llegan a las plantas de reciclajes muchos elementos están contaminados con alimentos y terminan en los vertederos.

“EL PELIGRO QUE NO VEMOS”

“Lo que he podido observar de manera empírica, es la diferencia de los países que tienen costa y las islas. En la expedición me tocó comparar Galápagos con Rapa Nui, que tienen realidades parecidas en cuanto a su aislamiento, con ecosistemas endémicos y áreas marinas protegidas. Incluso con sus propias campañas para fomentar la reducción de uso de plásticos. Pero, lamentablemente, la contaminación que tienen no se produce solo en tierra, pues las mareas, las corrientes o giros oceánicos arrastran la basura, la acumulan y finalmente llega a las costas”.

¿Qué fue lo que observaste en Rapa Nui?
Me sorprendí muchísimo, porque yo había ido a bucear hace diez años atrás y al llegar a la playa de Anakena, en vez de encontrar conchitas, vi millones de cristalitos de colores, que no eran más que pedazos chiquitísimos de plástico. Pero lo preocupante es que eso es lo visible, porque encontramos en el agua cinco veces más microplástico que en todo el viaje.

¿De qué tamaño son estos microplásticos?
Son invisibles al ojo humano, incluso en aguas cristalinas no se ven, pero son altamente contaminados. Lo peor es que ya están dentro de la cadena alimenticia y eso genera riesgos para la salud.

¿Por ejemplo, cuáles?
Estos plásticos tienen la particularidad que atraen ciertos tóxicos que hay en el agua; hoy existen alrededor de treinta y cinco tóxicos que están identificados y prohibidos. En Inglaterra, parte de las fundadoras de eXXpedition se hicieron el test y encontraron nueve de estos en su sangre. Cuando te comes estos químicos sin saberlo, en un pescado o una ostra, el pedazo eventualmente pasa por tu estómago y lo eliminas, pero el tóxico sí se libera en tu sangre. Sabemos que estos químicos, incluso, imitan hormonas y las reemplazan, lo que para las mujeres es muy complicado porque impacta en el sistema reproductivo, en el embarazo, y en lo que le pueden transmitir a un hijo. Es un peligro que no vemos.

EMBAJADORA

“Mi especialidad como psicóloga y coach, y principalmente en neurociencia, me ha llevado a entrenarme en el estudio del comportamiento humano. Tengo una fascinación por entender a la sociedad, el medio ambiente y las otras especies con las que coexistimos. Con mi empresa Boldtalk estoy trabajando en promover “la sustentabilidad en trescientos sesenta grados”, para entender de forma más amplia la energía, los recursos y su utilización. El coronavirus, el microplástico en el océano, nuestros indicadores de salud mental, son parte de un mismo gran problema. ¿Cómo podemos ser sustentables con el medio ambiente si no hemos dejado de explotarnos a nosotros mismos o a otros?

¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Uno de los requisitos para participar de eXXpedition era tener un proyecto posterior, liderar cambios y ser embajadora. Por eso mi propósito es armar mi propia fundación, llamada Mar Adentro, que estoy elaborando con el apoyo de la Fundación Mar de Chile. Quiero educar no solamente sobre el tema específico del microplástico, sino que sobre el comportamiento humano en el medio ambiente. De cómo las decisiones que tomamos impactan si no tenemos ciertos valores. Me encanta el eslogan “hacer visible lo invisible”, que además está muy ligado al rol de la mujer en la sociedad, a la ciencia y a distintas áreas del saber.

¿Qué iniciativas piensas impulsar?
Además de ofrecer charlas, involucrar a municipalidades, empresas y colegios —especialmente de escasos recursos— en el conocimiento de nuestra tremenda costa y mar, metiéndolos al agua en un velero, por ejemplo. Sería muy bonito poder premiar a los mejores alumnos e interesados. El océano está muy poco explorado para quienes no navegan y es un porcentaje ínfimo que realmente puede hacerlo. Acercar a la población al mar, pues más allá de lo poco que podemos ver en la playa y los libros es muy interesante, permite, además, hacer conciencia de su cuidado. Por otro lado, estoy trabajando con el equipo del próximo gran acuario de Viña del Mar en Sausalito, un proyecto único en Chile y que se compara con los grandes acuarios del mundo. Esta es una iniciativa maravillosa que además abrirá distintas oportunidades de estudio de la fauna marina. Tengo varios proyectos por la Región de Valparaíso, mi velero está en Recreo, Viña del Mar, y apenas termine la pandemia me iré a navegar.