El crimen no paga

Por Marcelo Contreras

EL IRLANDÉS. NETFLIX.

Las expectativas en torno a un film con la dirección de Martin Scorsese y un elenco con Robert De Niro, Al Pacino y el regreso de Joe Pesci después de veinte años sin actuar, son enormes. En la ecuación se suma el hecho de ser una película para Netflix exhibida fugazmente en cines como parte de la tratativa del legendario director con la plataforma, quien ha amenazado con retirarse a falta de salas disponibles copadas por las sagas de superhéroes.

Con sus 209 minutos, El Irlandés no contiene la glamorización de la violencia de clásicos del repertorio Scorsese como Buenos muchachos (1990) y Casino (1995), sino que con estilo casi espartano relata la vida de Frank Sheeran (Robert De Niro), un sicario de la mafia que sin ascendencia italiana escaló hasta convertirse en hombre de confianza de notorios capos. Sheeran, un excombatiente de la II Guerra Mundial acostumbrado al ajusticiamiento de prisioneros nazis por cuenta propia, entabló una relación de confianza con Jimmy Hoffa, el poderoso líder sindical de los camioneros, desaparecido en 1975.

Si bien El Irlandés se la juega por una respuesta al misterio de Hoffa, interpretado magistralmente por Al Pacino, prima un retrato del crimen organizado con nuevos detalles en la paleta de Martin Scorsese. Septuagenario tal como sus protagonistas, el director ha hecho la obra definitiva sobre la carrera delictiva en las grandes ciudades estadounidenses, con personajes fracturados y siniestros que intentan sobrellevar una vida familiar a pesar de la sangre en las manos. Si alguna vez los personajes de Scorsese despertaron simpatía a pesar del salvajismo —Ray Liotta, como Henry Hill, en Buenos muchachos—, en El Irlandés son lo que son. Asesinos y corruptos.