«Cuando Chile y el mundo se unieron por 2 minutos y 36 segundos»

Por Arturo Gómez M,

Y el día tan esperado llegó. La emoción de ver un cielo estrellado, en plena tarde, y ver planetas, como Venus, Marte y Mercurio, fue una visión, según algunas personas, apocalíptica. Ver ese «sol negro» y la Corona Solar que rodea a nuestra estrella, tapada por la Luna, fue una verdadera fiesta astronómica en nuestro país.

Fotografías procesadas por Rodrigo Hernández

Desde hacía muchos años, ya se sabía que la parte central del eclipse, conocida como umbra, iba a pasar por los principales observatorios que hay en la Región de Coquimbo. En la cercanía del Valle de Elqui, cientos de astrónomos se dieron cita en donde la fase de la Totalidad cruzaría nuestro país.

Por el norte, la ciudad de Vallenar iba a quedar fuera de la Totalidad, es decir, en esos puntos geográficos, no se les iba a oscurecer el cielo, porque el sol, con su intenso brillo, iluminaría siempre esa zona. Al mismo tiempo, por el sector sur de la Totalidad, la ciudad playera de Tongoy era el otro punto de referencia, en donde tampoco se iba a hacer noche.

Ante esos límites, las personas comenzaron a desplazarse dentro de esa franja, en donde se ubican varias ciudades principales de la Región de Coquimbo. El puerto de Coquimbo, La Serena, el místico Valle de Elqui y varios pueblos en las cercanías de La Higuera, fueron los lugares elegidos por la gran mayoría de los turistas.

Se tenía proyectado que, por la cantidad de vehículos, llegados de todas partes de Chile, un trayecto que normalmente se hace en una hora, podría tener un tiempo de cuatro a cinco horas de viaje. El cálculo fue muy preciso. Lo que no se contaba era el tiempo de retorno a sus lugares de origen. Algunos estimaron en ocho y diez horas lo que les llevó volver a sus casas. Tuvieron suerte, porque otros decidieron pernoctar en los caminos y comenzar el retorno al día siguiente. Pero valió la pena, decían todos.

La emoción de ver un cielo estrellado, en plena tarde, y ver planetas, como Venus, Marte y Mercurio, no lo cambian por nada. Ver ese «sol negro» y la Corona Solar que rodea a nuestra estrella, tapada por la Luna, es una visión, según algunas personas, apocalíptica. Es cierto. No es habitual ver al sol en esas condiciones. Según estadísticas, un gran porcentaje de los que estuvieron presentes ese día 2 de julio en el norte de Chile, irán el 14 de diciembre del 2020 a ver el último eclipse total de sol para nuestro país, ya que del 2020 saltaremos hasta el año 2048 para ver otro fenómeno similar. En esa ocasión, el lugar geográfico beneficiado será la Isla de Chiloé. Y los que no estuvieron en la Región de Coquimbo, ya se han «matriculado» para ese 14 de diciembre del 2020 e ir a Pucón y Villarrica a presenciar el último eclipse total solar de estas décadas.

MI EXPERIENCIA EN TOLOLO

Todas las fotos que se muestran a continuación, fueron tomadas desde la cima del Observatorio Astronómico de Cerro Tololo, un centro científico, en donde astrónomos de todos los países del mundo han usado los telescopios para observar el hemisferio sur celeste, que es muy diferente a los cielos del hemisferio norte.

Acá, en el sur, tenemos las dos galaxias más cercanas a nuestra galaxia, que es la Vía Láctea. Esas galaxias se llaman Las Nubes de Magallanes, la Grande y la Chica. El centro de nuestra galaxia, La Vía Láctea, pasa exactamente por sobre nuestras cabezas, en los meses de invierno, un lugar en donde están las constelaciones de Sagitario y Escorpión.

El planeta Marte, cuando está en su máxima aproximación a la Tierra, lo hace también justo en el cenit y es el momento en que, con mayor poder resolutivo, los telescopios pueden observar detalles en Marte y hacer mapas de su superficie, para futuros viajes de naves espaciales al planeta.

El equipo principal que usé para lograr las fotos, fue un telescopio Celestron Schmidt-Cassegrain de 5 pulgadas de diámetro, su espejo principal, con un sistema de arrastre para seguir el movimiento aparente del sol y mantener al objeto siempre dentro del campo visual. Tres cámaras Nikon con sistema reflex para hacer el foco directamente sobre el CCD de las máquinas.

Todos ellos usaron filtros solares, para obtener las fotos en las etapas de parcialidad. En cambio, para la etapa de la Totalidad, los filtros solares fueron removidos para observar directamente al sector que estaba oculto por la Luna en su totalidad.