Constanza Anguita y Catalina Correa, fundadoras de Pincel y Copas: Experiencia artística

Amigas y socias, Constanza Anguita y Catalina Correa comenzaron el año pasado con su idea de reunir a las mujeres en torno a un taller de artes, oficios o manualidades y, este año, ya comenzaron su programación anual que, semana a semana, lleva nuevos talleres a los bares y cafés de Concepción.

Por Soledad Posada M. / Fotografías Sonja San Martín D.

Fue un relanzamiento sorprendente, cuatro técnicas apoyadas por cuatro artistas que guiaron el trabajo de acrílico, xilografía, collage e ilustración. Las participantes llegaron a Cautiva Casa Bar, recibieron su kit con materiales y se pusieron a crear, libremente. Las chicas pudieron elegir entre diferentes bases de ilustración, como cuerpos, caras, culebras, flores, etc. Hubo mucha concentración. Si alguien quería saber algo, se lo preguntaba a la profesora. Impusieron cada una su estilo en su cuadro. Su sello propio. La experiencia les encantó, fue un momento relajado, con tiempo dedicado a ellas. También, degustaron espumante y Cautiva Casa Bar entregó su propuesta gastronómica.

Constanza Anguita, ingeniera comercial y Catalina Correa, arquitecta, partieron con esta innovadora forma de encuentro femenino en torno al arte en septiembre de 2018, pero la idea se gestó mucho antes, cuando Constanza llegó de una estadía de ocho meses en Alemania, donde, debido a su gusto por la acuarela, se fijó que allá muchas mujeres se juntaban a pintar entre amigas. Al volver a Chile, quiso emular esta situación en Concepción buscando un modelo de negocio, que incluyera cowork y taller, es decir, algunas asistentes podrían hacer la manifestación artística de su interés y, además, una profesora podría enseñar a las principiantes, logrando un espacio de intercambio y camaradería. Le presentó la idea a su amiga Catalina Correa, a quien también le gusta el arte y el diseño. Y de inmediato se pusieron a trabajar para concretar su emprendimiento artístico.

FUERA DE LO COMÚN

Catalina conocía a la dueña de un bar, a quien le propusieron sacar el taller, desde la tradicional sala de clases o de la casa de la artista, a este espacio diferente en su local, y durante las horas con poco flujo de personas, como un sábado en la tarde. Además, el establecimiento daría a conocer su propuesta gastronómica en forma de picoteo y las asistentes también podrían consumir algún trago, café o bebida. Por supuesto, la respuesta fue sí y ahora programan su cartelera por temporadas en diferentes bares y cafés de la ciudad.

Constanza indica que su idea “es mostrar una carta de panoramas en Concepción, que sea diferente a todo lo existente; que la gente siga conociendo, saliendo de su zona de confort, que aprendan nuevas técnicas y conociendo otras personas en lugares que sean acogedores y que llamen la atención”. También, buscan valor agregado a los eventos, que surjan emprendimientos penquistas a partir de que la profesora, por ejemplo, se dé cuenta de que su trabajo es requerido y valorado por otros.

A las dos les ayudó su carrera. Catalina señala que “al juntarnos, surgieron nuevas ideas, otros bares, nuevos profesores. Tenemos programados once talleres, desde mamá e hijo, hasta huerta orgánica, pasando por fotografía, maquillaje, acuarela, acrílico, collets, decoupage, libretas, timbres, serigrafía y xilografías. La idea es salir de lo tradicional, pasarlo bien en una tarde entretenida y provechosa, que las asistentes conozcan la experiencia de cada manualidad sin las presiones de un curso establecido”.

Para ambas socias, la experiencia impulsa a todos a profesionalizarse cada día más y también a optimizar los recursos, reciclando, reutilizando e innovando.

¿Qué las motivó a hacer este emprendimiento?
Cuando partimos y lanzamos diferentes talleres se pensó netamente en que Concepción tuviera nuevos panoramas, más allá de salir a un bar o viajar cerca de la ciudad. Quisimos hacer algo que dé de qué hablar, que Pincel y Copas dejara una experiencia grata en torno al arte, creatividad y productividad en las participantes. Que la gente salga de su zona de confort, rompa la rutina y vea que existen panoramas novedosos, sociales y creativos. Ese es nuestro objetivo.

¿Cómo ha sido la respuesta de las participantes?
La aceptación que tenemos cuando contamos nuestro proyecto es siempre positiva. Las personas agradecen que en Concepción pasen cosas, más aún en días de invierno, cuando no se puede hacer mucho. Los participantes se dan cuenta de que no es necesario tener conocimientos previos en los talleres. Van con la idea de aprender técnicas y pasar la tarde compartiendo con otros. Es una forma de darse un tiempo para uno y olvidarse cuatro horas de lo que pasa en el día a día. Eso nos diferencia.

MÁS DIFUSIÓN

¿El principal desafío de Pincel y Copas?
La difusión. Nuestro público objetivo aún no se entera que existe Pincel y Copas y eso hace que los cupos no se llenen como debiesen. Apuntamos a mujeres desde los veinticinco años.

¿Cómo eligen los talleres?
Buscamos talleres prácticos, novedosos y en tendencia. Talleres cuyos materiales no sean engorrosos de llevar y utilizar en un bar. Además, que las participantes puedan seguir practicando en sus casas sin tener que amarrarse a talleres de varias sesiones.

¿Cuáles son los talleres próximos?
En mayo, bordado en una bolsa de algodón reutilizable «Totebag», luego confección de atrapasueños, técnica mixta de acrílico y plumones, automaquillaje y arreglos florales.

¿Y los hombres?
Actualmente, los hombres pueden asistir a todos los talleres, pero no tenemos mucha demanda, excepto en el taller de fotografía.

¿Qué esperan para el futuro?
En un mediano plazo queremos asistir a empresas con talleres novedosos, ayudando al clima laboral y responsabilidad social. Está demostrado que las actividades manuales generan habilidades que no se pueden desarrollar por la rutina diaria. Además, contar con suscripciones para contratar varios talleres a elección. Queremos seguir entregando novedades para Concepción.

 

“Quisimos hacer algo que de que hablar, que un Pincel y Copas dejara una experiencia grata en torno al arte, creatividad y productividad en las participantes”.

“Tenemos programados once talleres, desde mamá e hijo, hasta huerta orgánica, pasando por fotografía, maquillaje, acuarela, acrílico, collets, decoupage, libretas, timbres, serigrafía y xilografías”.