Sebastián Bercovich, Privilege: En familia

Con veintitrés locales en todo el país y en manos de la misma familia por ciento un años, Privilege ha logrado mantenerse en un mercado donde la competencia con grandes marcas es dura. La clave, ser una empresa donde se mezcla el deseo de vestir a la mujer chilena y el orgullo de seguir adelante con el sueño familiar.

 Por María Jesús Sáinz N. / Fotografías Andrea Barceló A.

Hace casi un año que Sebastián Bercovich está a cargo de Privilege como gerente general. Antes lo hizo su padre, y antes de él, su abuelo, y así por cuatro generaciones. “Es un tremendo orgullo que la familia haya confiado en mí para seguir con esta gran empresa”, dice, aunque también reconoce que es una enorme responsabilidad, porque está en juego el patrimonio familiar.

Cuenta que su bisabuelo, León Bercovich, partió con una peletería en el centro de Santiago, en la calle Bandera, en el año 1918. Por muchos años, la tienda llevó el nombre de Bercovich Modas. Luego de un tiempo, pasó de vender pieles a ser una sastrería. “Desde chico escuchaba que las primeras tiendas atendían a la aristocracia chilena. Era una época donde todo ocurría en el centro de Santiago”, recuerda.

En los años cuarenta, su abuelo Arturo empezó a trabajar de junior en la tienda con su padre y, en 1947, abrió una tienda en la calle Huérfanos. Por algunos años convivió Bercovich Modas con Privilege Boutique, la primera como sastrería y la segunda vendiendo colecciones de alta costura que eran traídas de Estados Unidos y Europa.

¿Cuándo comienza Privilege como lo conocemos hoy?
Ya a fines de la década del sesenta e inicios de la década del setenta, con la incorporación de mi padre, Alex Bercovich, a la empresa, y la apertura de una tienda Privilege en avenida Providencia, comienza la expansión que da inicio a la historia de la marca.

¿Tienes recuerdos de niño de la tienda?
Recuerdo que mi papá me llevaba a recorrer las tiendas cuando yo era chico. Debo haber tenido cinco años en esa época. Privilege no tenía más de cinco o seis tiendas. Incluso íbamos los sábados y yo me entretenía recogiendo de las alfombras los alfileres que las compostureras botaban mientras arreglaban las prendas de las clientas. Todavía hay gente que trabaja con nosotros que se acuerda de esos años.

CUESTIÓN DE FAMILIA

Hoy Sebastián trabaja junto a Jeanette Bercovich, directora ejecutiva de la marca, quien arma las colecciones y viaja por el mundo junto a un equipo de compradores buscando las tendencias y productos adecuados para abastecer las tiendas en cada temporada.

Además, para asegurar que los objetivos e ideas de la familia perduren en el tiempo, tienen un directorio conformado por Alex Bercovich, su padre, quien fue gerente general de la empresa por más de treinta años y hoy es presidente del directorio, Tomás Bercovich, su hermano, y Matías Alcalde Bercovich, hijo de Jeanette.

“Para complementar este tremendo equipo de profesionales decidimos, hace dos años, incorporar por primera vez a un director externo, Dennis Gateño, que es una persona con muchísimos años de experiencia en retail, quien nos ha ayudado a ordenarnos para seguir creciendo”, explica.

¿Qué significa para ti trabajar en una empresa familiar?
La verdad es que es una mezcla enorme de sentimientos. Gracias al trabajo de distintos miembros de la familia, Privilege se fue convirtiendo en lo que es hoy, sorteando varias crisis económicas globales y locales, que terminaron quebrando a muchas empresas similares a la nuestra, así que siento la presión de hacerlo bien, aunque trato de no pensar mucho en esto. Mi objetivo me lo planteo de forma profesional y no personal: lograr que a la empresa le vaya bien y siga creciendo.

 ¿Cómo ha cambiado el mercado en estos años?
El mercado ha cambiado muchísimo, y lo sigue haciendo día a día. El comportamiento del consumidor ha mutado, la necesidad de ir al mall es cada vez menor con la penetración del e-commerce en productos y servicios.

¿Y cómo ves la marca en este contexto?Estoy convencido de que muchas clientas seguirán visitando nuestras tiendas para ver la ropa, tocar las telas, probarse las tallas y finalmente elegir la prenda perfecta, sin embargo hay un grupo no menor que no tiene acceso a nuestras tiendas por vivir, por ejemplo, en regiones donde no estamos presentes. Esas clientas nos piden tener una posibilidad de comprar nuestra ropa.

¿Cómo ha sido el desafío de adaptarse a cada tiempo?
El concepto de “transformarse o morir” aplica a todas las industrias, incluyendo la nuestra. La competencia ha mutado, hoy no sólo competimos con otras marcas de ropa locales o internacionales, sino que competimos con el presupuesto de viaje o entretenimiento de una persona o familia, por lo que la propuesta de valor que ofrecemos tiene que ser extraordinaria, y lo hemos logrado. Llevamos años vistiendo a la mujer chilena, lo que nos ha permitido conocerla y entenderla para adaptarnos a lo que está buscando.

¿Cuál ha sido la clave de ustedes para permanecer?
Creo que una de las claves ha sido entender a nuestras clientas, entregarles lo que necesitan, cuando lo necesitan y a precios accesibles. La exclusividad y la calidad son dos atributos que fueron desapareciendo cuando grandes marcas mundiales forzaron el concepto del fast fashion. Nosotros nos hemos mantenido fieles a estos atributos sin dejar de lado lo fashion y nuestras clientas lo valoran.

HABLEMOS DE MODA

“La marca Privilege es sinónimo de calidad y exclusividad, pues ofrece siempre las últimas tendencias de la moda que vemos en las principales pasarelas del mundo, a precios accesibles”, dice Sebastián para resumir las razones de cómo han logrado mantenerse en un mercado tan competitivo, con veintitrés locales, dieciséis en Santiago y siete en regiones (Coquimbo, Viña del Mar, Curauma, Talca, Concepción, Talcahuano y Temuco).

¿Qué los diferencia del resto?
Existen muy pocas unidades de cada prenda, por lo que una clienta que compra en nuestras tiendas puede estar tranquila porque la probabilidad de toparse con alguien vestida igual a ella en la calle es bajísima. Hoy en día esto es difícil de encontrar. Generalmente, las marcas de ropa buscan bajar los costos produciendo miles de unidades de un mismo modelo.

¿Cuál es su estilo?
Cubrimos un espectro bastante transversal y amplio, principalmente porque nos dimos cuenta de que hace ya un tiempo las mujeres no se visten de acuerdo a la edad que tienen, sino al estilo que les gusta o según la ocasión de uso. Es por esto que hoy tenemos ropa moderna, colores fuertes, estampados, de calce más ajustado, así como también ropa más clásica y sobria de calce más holgado. Jugamos mucho con las combinaciones, y las telas o texturas.

¿Es ropa para solo un tipo de ocasión?
Una mujer que entra a nuestras tiendas porque necesita renovar su closet con ropa “de trabajo” puede salir vestida completa, incluyendo accesorios o complementos como cartera, cinturón, collar, pulsera, y hasta sombrero. Una mujer que necesita ropa casual para el fin de semana, lo mismo. Incluso tenemos en todas nuestras tiendas colecciones de vestidos de coctel y fiesta para matrimonios y madrinas.

¿Qué porcentaje de la ropa es nacional?
Hoy más del noventa por ciento de la ropa es importada, principalmente de Italia y España. El resto de la colección viene de Francia, Estados Unidos y algunos países de Asia. Estos orígenes se complementan de forma perfecta y nos permiten entregar lo último en tendencias a nuestras clientas. La confección nacional ha perdido fuerza, principalmente por los altos costos.

¿Qué tienen proyectado para el futuro?
Estamos convencidos que Privilege tiene un espacio para seguir creciendo en regiones, por lo que el principal motor de crecimiento orgánico vendrá de la apertura de tiendas en algunas ciudades de regiones donde tenemos clientas que nos esperan hace años.

De todos modos, Sebastián enfatiza que el proyecto más relevante para el futuro es el lanzamiento del sitio www.privilege.cl, durante el primer semestre de este año. La idea es que las compras se puedan hacer desde cualquier región de Chile, con despacho a domicilio, retiro en tienda, variadas opciones de pago —incluida una tarjeta propia—, promociones y sin trabas a los procesos de cambio o devolución, que “muchas veces son las razones por las cuales los clientes no vuelven a comprar en tu sitio de comercio electrónico·, explica. “Es un proyecto ambicioso que mezclará un excelente producto y surtido con tecnología de punta para poder ofrecer una buena experiencia de compra a nuestras clientas”.

 

“El mercado ha cambiado muchísimo, y lo sigue haciendo día a día. El comportamiento del consumidor ha mutado, la necesidad de ir al mall es cada vez menor con la penetración del e-commerce en productos y servicios”.

“La exclusividad y la calidad son dos atributos que fueron desapareciendo cuando grandes marcas mundiales forzaron el concepto del fast fashion. Nosotros nos hemos mantenido fieles a estos atributos sin dejar de lado lo fashion, y nuestras clientas lo valoran”.

“Estamos convencidos de que Privilege tiene un espacio para seguir creciendo en regiones, por lo que el principal motor de crecimiento orgánico vendrá de la apertura de tiendas en algunas ciudades de regiones donde tenemos clientas Privilege que nos esperan hace años”.