Pájaros, ángeles, flores. Algo de infantil, algo de inocente. Los grabados de esta artista transmiten algo de paz, de seguridad, que ella misma parece mostrar cuando trabaja en ellos. Colores pastel y una técnica distinta que permite grabar de manera amigable con el medio ambiente. Pura consecuencia.
En la región de Kerala, suroeste indio, la cultura es tropical, el ambiente ligero y los extranjeros pueden entrar a los templos hindúes, algo inusual para el resto del país. Allí, los “barcos casas”, conocidos como backwaters, son el principal atractivo; una invitación a navegar y descubrir la selva desde dentro, olvidarse de la tierra y dejarse llevar por la quietud de los remotos canales, al otro lado del planeta.